WASHINGTON, 23 Oct. (Reuters/EP) -
El nombramiento de Shavendra Silva, un veterano de guerra acusado de serias violaciones de Derechos Humanos, como nuevo jefe del Ejército de Sri Lanka, reducirá significativamente la cooperación de seguridad de Estados Unidos con el país, según han señalado este martes altos cargos estadounidenses.
El presidente de Sri Lanka, Maithripala Sirisena, nombró en agosto a Silva como su jefe de las Fuerzas Armadas, lo que provocó fuertes críticas de Estados Unidos y Naciones Unidas.
Un panel de la ONU acusó a Silva de ordenar ejecuciones extrajudiciales de rebeldes desarmados durante la última semana de la guerra civil en Sri Lanka en 2009, así como de tortura sistemática de personas que se encontraban bajo custodia.
Robert Destro, un alto cargo de asuntos de Derechos Humanos en el Departamento de Estado norteamericano, ha afirmado en una audiencia ante el Congreso que el nombramiento de Silva socava el compromiso de Sri Lanka de promover la rendición de cuentas en un momento en el que la necesidad de reconciliación es primordial.
"Hemos dejado claro al presidente de Sri Lanka y otros altos cargos que el nombramiento de Silva reducirá significativamente la cooperación bilateral con el Ejército de Sri Lanka según la ley de Estados Unidos, mientras la rendición de cuentas para Silva y otros perpetradores podría conducir a la flexibilización de las restricciones y al aumento del compromiso de las Fuerzas Armadas", ha señalado Destro.
La principal diplomática estadounidense para el sur de Asia, Alice Wells, ha afirmado que Washington se sintió alentado por el avance de Sri Lanka tras establecer oficinas para personas desaparecidas y el continuo retorno de tierras en el norte y el este a sus dueños originales.
Sin embargo ha indicado que el progreso en otras zonas había sido lento o se había estancado, incluida la reforma constitucional, la sustitución de la ley de prevención del terrorismo, el establecimiento de una comisión de verdad y reconciliación y la creación de un mecanismo de rendición de cuentas creíble. Wells ha calificado las acusaciones contra Silva documentadas por la ONU y otras organizaciones como "serias y creíbles".
