MADRID, 25 Jul. (EUROPA PRESS) -
La embajadora de Estados Unidos ante Naciones Unidas, Samantha Power, ha mostrado este jueves su satisfacción por la llegada a Italia de Mariam Yehya Ibrahim, la mujer condenada a muerte en Sudán por haberse convertido al cristianismo y absuelta el pasado mes de junio, y ha solicitado al país africano que revoque las leyes que llevaron a su sentencia.
"Hoy respiramos aliviados por las noticias de que Ishag --su apellido cristiano-- haya podido abandonar Sudán. Ha pasado de estar cerca de ser ejecutada a conocer al Papa, y se ha convertido en un símbolo para todos los que sufren por su fe en todo el mundo", ha dicho.
En su comunicado, Power ha sostenido que las leyes que llevaron a la condena contra Ibrahim "no son consistentes con las Constitución interina de Sudán, la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la Convención Internacional sobre Derechos Civiles y Políticos, ni la decencia humana".
"Sudán debe respetar los Derechos Humanos, incluyendo el derecho a la libertad religiosa, de todos sus ciudadanos. Estados Unidos seguirá luchando por todos aquellos a los que se les niegan estos derechos en todo el mundo", ha remachado.
Ibrahim, de 27 años de edad, fue condenada a muerte el pasado mes de mayo por un tribunal sudanés por abandonar el islam y convertirse al cristianismo, la religión que profesa su marido. La Justicia suspendió su ejecución hasta después del periodo de lactancia de su hija, a la que dio a luz en prisión.
Sin embargo, en una decisión inesperada, una corte de apelaciones sudanesa revocó la sentencia contra Ibrahim y ordenó su puesta en libertad inmediata, después de lo cual fue traslada a un lugar desconocido junto a su familia, que ha recibido amenazas.
Poco después, fue detenida por las autoridades tras intentar abandonar el país con destino a Estados Unidos con documentación presuntamente falsa facilitada por la Embajada de Sudán del Sur.
Aunque Ibrahim es sudanesa, su marido, Daniel Wani, es un cristiano con nacionalidad estadounidense nacido en lo que hoy es Sudán del Sur, que proclamó su independencia el 9 de julio de 2011, por virtud de un acuerdo entre Jartum y Yuba.
