William Hague, ministro británico de Exteriores
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Actualizado: martes, 31 enero 2012 11:34

LONDRES/PARÍS, 31 Ene. (Reuters/EP) -

Los ministros de Asuntos Exteriores de Reino Unido y Francia, William Hague y Alain Juppé, participarán en la sesión del Consejo de Seguridad de la ONU que estudiará la resolución propuesta por la Liga Árabe y presentadas por Marruecos para poner fin a la violencia que sufre Siria desde que en marzo de 2011 comenzaron las manifestaciones contra el régimen y las fuerzas gubernamentales decidieron reprimirlas con el uso de la fuerza.

La presencia de ambos ministros tiene como objetivo favorecer e impulsar la aprobación del documento, que llama a desarrollar una transición política y a poner fin a los ataques de las fuerzas leales al presidente sirio, Bashar al Assad, contra los manifestantes que exigen la renuncia del mandatario.

"El ministro de Asuntos Exteriores viajará a Nueva York para apoyar a la Liga Árabe y sus esfuerzos para intentar lograr una solución pacífica y liderada por sirios a la crisis actual", ha indicado una portavoz del primer ministro británico, David Cameron.

El documento, presentado el viernes pasado por la delegación marroquí, ha sido elaborado por Francia y Reino Unido tras consultar con Marruecos, Qatar, Alemania, Portugal y Estados Unidos. "Creemos que la ONU debe actuar para apoyar al pueblo de Siria y que Rusia ya no puede justificar su bloqueo en la ONU y que está dando cobertura a la brutal represión del régimen", ha indicado la portavoz del 'premier' británico.

Rusia y China que, al igual que Francia, Estados Unidos y Reino Unidos, son miembros permanentes del Consejo de Seguridad, vetaron el pasado mes de octubre un borrador de resolución que condenaba la actitud del régimen de Damasco y le advertía de que, si no deponía su actitud, podría ser objeto de sanciones.

El texto impulsado por Reino Unido y Francia, con el respaldo inicial de la Liga Árabe, reclama que el presidente sirio, Bashar al Assad, ceda el poder a su vicepresidente para que forme un gobierno de unidad nacional que gestionará el país hasta que se celebren las próximas elecciones.

La Organización de Naciones Unidas estima que más de 5.000 personas han muerto víctimas en su mayoría de la represión ejercida por las fuerzas de seguridad para poner fin a las protestas contra el régimen.

Por su parte, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores francés, Bernard Valero, ha explicado este lunes a los medios de comunicación que Juppé intentará "convencer" a los Estados miembros de que deben "asumir todas sus responsabilidades ante el agravamiento de los crímenes contra la Humanidad cometidos por el régimen sirio".

"Esta reunión era deseada por la Liga Árabe, cuyos esfuerzos saludamos y apoyamos. Varios ministros árabes y de países miembros del Consejo de Seguridad participarán en ella", ha indicado Valero.

El secretario general de la Liga, Nabil Elaraby, viajó a Nueva York este domingo. Allí informará a los representantes del Consejo de Seguridad este martes con el objetivo de conseguir apoyos para el plan de paz del organismo regional, que incluye la dimisión de Al Assad.

POSTURA DE RUSIA

Rusia, que la semana pasada dijo que algunas partes del borrador del que habla Valero eran inaceptables, ha señalado este lunes que, antes de debatir sobre el contenido de ninguna resolución, quiere que el Consejo escuche a los observadores de la Liga Árabe que han estado en Siria evaluando la situación.

La Liga decidió poner fin a la misión de observación el pasado sábado por el recrudecimiento de la violencia. Los ministros de Asuntos Exteriores de los países miembros --que han instado a Al Assad a permitir la formación de un gobierno de unidad nacional-- abordarán la crisis el próximo 5 de febrero.

La resolución que apoya Francia aboga por una "transición política" en Siria. Aunque no prevé sanciones contra Damasco, dice que el Consejo de Seguridad podría "adoptar más medidas" si el Gobierno sirio no cumple las condiciones de la resolución.

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