BUDAPEST, 14 Sep. (Reuters/EP) -
El primer ministro de Hungría, Viktor Orban, ha advertido este lunes de que prevé una alta tasa de rechazo en las solicitudes de asilo que sean presentadas a partir de medianoche, ya que pondrán fin a la excepción y considerarán que vienen de un país "seguro".
A medianoche entran en vigor nuevas leyes que dan a las autoridades el poder de detener y encarcelar a cualquier inmigrante que sea atrapado intentando cruzar de forma ilegal desde Serbia. La Policía ya ha bloqueado el principal punto de paso irregular.
Orban ha advertido de que, con las nuevas medidas, es "más probable" que el Gobierno decrete una situación de emergencia en la frontera y que rechace un gran número de solicitudes de asilo, ya que tendrán en cuenta únicamente el país de llegada y Serbia es una zona "segura". "Si alguien es refugiado, le pediremos que presente su solicitud en Serbia", ha explicado el primer ministro en varias entrevistas a medios locales.
Sobre la posibilidad de que se produzcan escenas de violencia en la frontera, Orban ha evitado dar nada por seguro. "No sabemos lo que ocurrirá. Estamos preparados tanto para situaciones simples como complicadas", ha afirmado, horas después de ordenar el envío de cientos de agentes a la zona sur.
PREOCUPACIÓN
Un portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Erno Simon, ha advertido de que la agencia está "muy preocupada" por las presuntas violaciones de derechos y libertades que se puedan producir en la frontera entre Serbia y Hungría.
Simon ha indicado que, si bien reconocen "el derecho de cada país de proteger sus fronteras con las herramientas y métodos que considere necesario", entienden que debe haber límites. El portavoz de ACNUR ha considerado "muy importante" que no se impongan barreras a quienes huyen de situaciones de guerra o persecución.
