Actualizado: lunes, 14 septiembre 2015 17:30

BRUSELAS, 14 Sep. (EUROPA PRESS) -

Alemania y Francia han pedido este lunes que se asegure el refuerzo de los controles en las fronteras exteriores de la Unión Europea y se implanten los centros de registro de demandantes de asilo llegados a Italia y Grecia, como requisito para iniciar el programa de reubicación de refugiados dentro de la UE.

"Que no haya ambigüedades (...). No puede haber un proceso de reubicación si no se pone en marcha un dispositivo potente y eficaz de control de fronteras exteriores de la UE y la implantación de centros de registro", ha declarado el ministro francés de Interior, Bernard Cazeneuve, en una declaración conjunta con su colega alemán, Thomas de Maiziere.

Los ministros de Interior de la UE se reúnen este lunes en Bruselas con carácter extraordinario para abordar la crisis de los refugiados y dar luz verde al primer programa de reubicación, que permitirá realojar en otros Estados miembros a al menos 32.000 refugiados llegados a Italia y Grecia. España recibirá a 1.300 personas de este programa, para el que los 28 se han dado de plazo hasta diciembre para comprometer más plazas de acogida y alcanzar el objetivo de reubicar a 40.000 personas.

También tratan de superar las diferencias que les enfrentan sobre un segundo plan propuesto por el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y que pide reubicar a otros 120.000 refugiados en el mismo periodo.

Cazeneuve ha insistido en que es esencial contar con centros de registro ('hot spot') para evitar que la reubicación se produzca "en el desorden y sin control", al tiempo que ha considerado "indispensable" que todos los Estados miembros participen en el proceso de "cohesión y solidaridad".

Hungría ya ha dicho que no quiere formar parte, mientras que Reino Unido ha confirmado que hará uso de la salvaguarda que le permite no participar en este tipo de programas. Se trata de una exención que también beneficia a Dinamarca e Irlanda, aunque las autoridades irlandesas sí han ofrecido su colaboración para recibir a refugiados.

Maziere, por su parte, ha ahondado en que el compromiso para dar acogida a 120.000 refugiados no es "suficientemente preciso" por el momento y ha explicado que Alemania espera que quede claro tras la negociación cuál será el papel de cada Estado miembro y en qué "calendario" lo hará.

Italia, uno de los países más afectados por la presión migratoria, quiere que el debate también aborde la cuestión de la repatriación de los inmigrantes a los que se deniegue la protección internacional. "Todos aquellos que no obtengan el asilo serán repatriados y ello debe ser una responsabilidad europea. Hacen falta fondos europeos para organizar las repatriaciones", ha declarado el ministro italiano del ramo, Angelino Alfano. "Estamos más convencidos de que Europa será más segura si es más solidaria". Ha añadido Alfano, al pedir tanto el reparto de cuotas de acogida como apoyo económico para la repatriación de los inmigrantes económicos.

Por su parte, el ministro luxemburgués y presidente de turno de la UE, Jean Asselborn, ha pedido a Hungría que no sea "parte del problema, sino de la solución", en referencia a la resistencia del país a formar parte del programa de reubicación, si bien ha advertido de que "la clave de la solución para Europa no está en manos de (el primer ministro húngaro, Viktor) Orban".

Asselborn, que ha alertado del riesgo para la libre circulación que protege el Tratado de Schengen si se generalizan los controles en frontera, ha insistido también en la necesidad de que Italia y Grecia pongan en marcha los centros de identificación para los demandantes de asilo, como requisito previo a que se inicie el programa de reubicación.

El único país que hasta el momento ha notificado formalmente a la Comisión Europea la introducción de controles sistemáticos en la frontera es Alemania, según han informado fuentes comunitarias, si bien se espera que lo haga en las próximas horas también Austria. La ministra federal de Interior de este país, Johanna Mikl-Leitner, ha apuntado en este sentido a su llegada.

Además, Klaas Dijhoff, secretario de Estado de Seguridad, Justicia e Inmigración holandés, ha avisado de que los programas para la reubicación en dos años de hasta 160.000 demandantes de asilo que pide Bruselas son una respuesta inmediata a un problema, pero que "no es en sí misma la solución al problema".

Dijhoff también ha confirmado que Países Bajos va a intensificar los controles en la frontera, pero ha matizado que no se trata del mismo procedimiento activado por Alemania, es decir, que no serán sistemáticos, sino una medida para examinar las "consecuencias" de una presión migratoria que, ha dicho, es "alta".

Por su parte, el secretario de Estado de Asilo y Migración de Bélgica, Theo Francken, ha asegurado que "no está en la agenda" del Gobierno reintroducir los controles en su frontera, aunque "vigila permanentemente" la situación.

Además, ha señalado la necesidad de permanecer vigilantes, por el "efecto dominó" que podría tener el cierre de las fronteras en otros Estados miembros y ha pedido a los países del Este que sean solidarios ahora, como otros países de la UE lo fueron con ellos en el pasado.

Sobre este asunto, Cazeneuve ha defendido la decisión de Berlín y ha asegurado que Francia está preparada por si tuviera que adoptar una medida similar en su frontera con Italia.

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