JERUSALÉN, 6 Sep. (Reuters/EP) -
Las autoridades israelíes han anunciado este martes la construcción de una línea ferroviaria de alta velocidad que conectará las ciudades de Tel Aviv y Jerusalén, que a pesar de estar a menos de 60 kilómetros de distancia se encuentran a más de dos horas de trayecto en coche.
La construcción de la nueva línea de ferrocarril finalizará dentro de 18 meses y ha costado más de 2.000 millones de euros. El objetivo es conseguir que los futuros pasajeros puedan llegar desde Tel Aviv a Jerusalén en menos de 30 minutos.
"Estamos haciendo en Israel lo que ya se hizo hace más de 200 años en Estados Unidos, después de la Segunda Guerra Mundial en Europa y en las últimas décadas en Asia", ha explicado el ministro de transportes israelí, Yisrael Katz. "El principal objetivo es conectar Jerusalén con el resto del país", ha añadido.
En la actualidad ya existe una línea ferroviaria que conecta Jerusalén con la costa, pero es una ruta muy lenta debido al escarpado territorio y tarda alrededor de una hora y cuarenta minutos en unir ambas ciudades. A pesar de ello, alrededor de 7.500 personas la utilizan cada día.
La nueva línea, en cuya construcción participan hasta 10 empresas internacionales, se inaugurará en marzo de 2018. Los vagones serán de dos pisos y cada tren podrá transportar a unas 1.700 personas en cada trayecto, que se hará a unos 160 kilómetros por hora.
