El expresidente lleva detenido desde el golpe de Estado de enero pese a los llamamientos para su liberación
MADRID, 1 Abr. (EUROPA PRESS) -
La junta militar de Burkina Faso ha asegurado que han iniciado un proceso para el posible traslado del expresidente Roch Marc Christian Kaboré, derrocado en el golpe de Estado de enero, a una "residencia familiar de su elección", tras las exigencias internacionales par su liberación.
El portavoz de las autoridades de transición, Lionel Bilgo, ha dicho que "desde hace poco más de tres semanas hay concertaciones en marcha a nivel nacional (...) para que el expresidente sea trasladado a una residencia familiar de su elección, garantizando su seguridad".
"La residencia que sea elegida por el expresidente contará con un dispositivo de seguridad adaptado, teniendo en cuenta el rango que ocupó en Burkina Faso", ha manifestado, según ha informado el portal de noticias Burkina 24.
Asimismo, ha respondido a la petición de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) sobre la presentación de un calendario para la celebración de elecciones y ha incidido en que "el Gobierno no ha sufrido ni un solo retraso".
"Lo que dicta nuestras acciones es la situación sobre el terreno, la operatividad y el contexto en el que Burkina Faso se encuentra", ha defendido Bilgo, que ha subrayado que "la única fecha límite existente es la fijada para instaurar la seguridad y el bienestar de las poblaciones".
El bloque regional decidió la semana pasada mantener la suspensión de Burkina Faso como miembro de la organización y exigió una vez más la liberación de Kaboré, al tiempo que dio a Uagadugú hasta el 26 de abril, para que proporcione un plan de transición, amenazando con sanciones "inmediatas" en caso contrario.
El golpe de Estado fue perpetrado tras un amotinamiento de militares en protesta por la inseguridad y la falta de medios para hacer frente al yihadismo, motivo por el que los soldados exigieron la dimisión de Kaboré y otros altos cargos de las fuerzas de seguridad.
El país africano ha experimentado en términos generales un aumento significativo de los ataques desde el año 2015. Estos, obra tanto de la filial de Al Qaeda como de la de Estado Islámico en la región, han contribuido también a incrementar la violencia intercomunitaria y han hecho que florezcan los grupos de autodefensa.
