LONDRES, 4 Jul. (Thomson Reuters Foundation/EP) -
Kirguistán ha concedido este jueves la ciudadanía a los últimos apátridas que había en su territorio en lo que responsables de la ONU han calificado de avance en la lucha mundial para acabar con los millones de "fantasmas legales" que carecen de nacionalidad.
Entre 10 y 15 millones de personas en todo el mundo no están reconocidos como ciudadanos por ningún país, lo que a menudo les priva de educación, salud, vivienda y empleo y les expone al riesgo de la explotación y la detención.
El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) lanzó en 2014 la campaña #Ibelong para acabar con la apatridia en una década en el mundo. Kirguistán es el primer país que cumple el plazo.
Cientos de personas quedaron al margen del sistema tras la disolución de la Unión Soviética en los años 1990 al no conseguir la nacionalidad de ninguno de los países que surgieron.
El máximo responsable de ACNUR, Filippo Grandi, ha elogiado a Kirguistán por acabar con la población apátrida, que era de unos 13.700, en los últimos cinco años. "El liderazgo de Kirguistán a la hora de resolver los casos conocidos de apatridia es un ejemplo destacable que espero que sea aplaudido y seguido", ha añadido.
Los últimos 50 apátridas conocidos, entre ellos 15 niños, han recibido partidas de nacimiento y pasaportes en una ceremonia celebrada el jueves en Bishkek, la capital.
"Este es un magnífico hito", ha resaltado la responsable de la sección de apatridia de ACNUR, Melanie Khanna, en declaraciones a Thomson Reuters Foundation.
"Asia Central es a menudo una región a la que no se presta atención pero varios países allí están haciendo progresos firmes hacia identificar a los apátridas y concederles la nacionalidad", ha destacado. Según Khanna, Turkmenistán, Tayikistán y Kazajistán también podrían acabar con la apatridia para 2024.
