WASHINGTON, 3 Jul. (Reuters/EP) -
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tiene "mucho cariño" al presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, según ha asegurado este miércoles Jared Kushner, yerno del mandatario y asesor de la Casa Blanca.
Kushner, quien encabeza los esfuerzos de Washington para lograr un acuerdo de paz entre palestinos e israelíes, ha resaltado que "la puerta siempre está abierta para la cúpula palestina" de cara a la celebración de contactos.
Asimismo, ha dicho que cree que Abbas quiere alcanzar la paz pero que "ciertas personas de su entorno se sienten muy incómodas con la forma en la que hemos abordado esto y su reacción natural es atacar y decir locuras" que no son constructivas.
Kushner ha apuntado además que el plan de paz estadounidense, conocido popularmente como el 'acuerdo del siglo', podría contemplar el asentamiento de los refugiados palestinos en su residencia actual, negando su derecho al retorno.
Abbas afirmó la semana pasada que "los derechos nacionales de los palestinos no son inmuebles que se venden por dinero", en respuesta a la conferencia económica sobre Palestina celebrada en Bahréin y convocada por Estados Unidos, boicoteada por las autoridades palestinas.
"Cualquier programa o proyecto económico debe estar precedido por una solución política que garantice la libertad, la dignidad, la independencia y la justicia para el pueblo palestino", señaló.
El propio Kushner afirmó el 24 de junio que los aspectos políticos del 'acuerdo del siglo' serán desvelados "en el momento adecuado". Previamente había reconocido que la propuesta se aleja de la Iniciativa de Paz Árabe, fijada en torno a la solución de dos estados.
"Creo que todos vamos a tener que entender que si alguna vez se logra un acuerdo, no va a seguir las líneas de la iniciativa de paz que han planteado los estados árabes", dijo, en declaraciones a la cadena de televisión qatarí a Al Yazira. "Yo diría que tendremos que movernos entre esta iniciativa y la posición israelí", manifestó.
La Autoridad Palestina ya ha rechazado la mediación de Estados Unidos por su decisión sobre el estatus de Jerusalén, argumentando que mantiene una postura sesgada y favorable a los intereses de Israel.
