SINGAPUR, 28 Jun. (DPA/EP) -
El ministro de Salud de Malasia, Dzulkefly Ahmad, ha prometido despenalizar la drogadicción y la posesión de drogas para consumo persona, en un gesto que califica de "política revolucionaria".
"La despenalización supone suprimir los castigos penales por la posesión o uso de una pequeña cantidad de drogas para consumo personal", ha explicado el ministro en un comunicado publicado el jueves.
"No hay que confundirlo con la legalización de las drogas", ha puntualizado, reiterando que el tráfico de drogas "indudablemente seguirá siendo delito".
El Ministerio ha indicado que el gesto será el siguiente paso hacia "lograr una política de drogas racional que ponga la ciencia y la salud pública por delante del castigo y la cárcel", al tiempo que ha calificado la adicción "una situación médica compleja y crónica". "Un adicto debería ser tratado como paciente (no como criminal) cuya enfermedad nos gustaría curar", explica el comunicado.
El ministro también se ha hecho eco de las pruebas de que la despenalización de la drogadicción no ha llevado a un aumento en el consumo y los delitos relacionados con las drogas, sino que en lugar de ello ha rebajado los costes del sistema judicial penal.
El ministro del Interior malasio, Muhyiddin Yasin, dijo el lunes que había 70.000 reclusos en las cárceles del país, la mayoría de los cuales eran drogadictos. "Con el proceso de despenalización, los prisioneros que están categorizados como drogadictos recibirán tratamiento y rehabilitación", ha indicado en comentarios recogidos por el diario 'Malaysian Insight'.
La medida no tiene precedentes, ya que el castigo por los delitos de drogas que no son tráfico en Malasia puede ir desde el encarcelamiento, pasando por la flagelación y las multas, en función del tipo de droga y del grado del delito. En cuanto al tráfico de drogas, aún se aplica la pena capital.
