El jefe de Derechos Humanos de la ONU teme una nueva "catástrofe" similar a la de Ghuta Oriental
MADRID, 29 Jun. (EUROPA PRESS) -
Más de 120.000 personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares desde que el régimen de Bashar al Assad y sus aliados lanzaron a mediados de junio una ofensiva militar en la zona suroeste del país, principalmente en la región de Deraa, según un nuevo balance del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.
La ONU ya había confirmado esta semana unos 50.000 desplazados e incluso había advertido de que la cifra podría llegar a 200.000 si se mantenía el actual nivel de enfrentamientos. El Observatorio ha asegurado este viernes que más de 120.000 personas han huido, según la agencia de noticias Reuters.
Decenas de miles de personas se han concentrado en la frontera con Jordania, mientras que también varios miles han escapado hacia zonas cercanas a los Altos del Golán ocupados por Israel. El director del Observatorio, Rami Abdulrahman, ha asegurado que la mayoría de los civiles han huido desde la parte este de Deraa, donde las fuerzas del Gobierno han logrado avances.
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Raad al Hussein, ha expresado su preocupación por los miles de desplazados y por el "grave riesgo de que los intensos combates dejen a muchos civiles atrapados, entre las fuerzas del Gobierno sirio y sus aliados y los grupos de la oposición armada y Estado Islámico".
"En Siria, los civiles siguen siendo utilizados como peones por las distintas partes", ha lamentado Zeid, en un comunicado en el que ha instado a garantizar la protección de la población, tanto de quienes quieren quedarse en las zonas de las que residen como de los que aspiran a encontrar un "paso seguro" para escapar a otras áreas más seguras.
El jefe de Derechos Humanos teme una nueva "catástrofe" similar a la que ya se vivió este mismo año en Ghuta Oriental, a las afueras de Damasco. Según los datos de los que dispone el Alto Comisionado, desde el 19 de junio han perdido la vida al menos 46 civiles, si bien el Observatorio advirtió el jueves de la cifra de víctimas rondaba ya el centenar.
La oficina de Zeid también ha recibido denuncias de que el régimen está dirigiendo los movimientos de la población hacia las zonas de su control o de que Estado Islámico no permite a los civiles abandonar áreas que están sufriendo intensos bombardeos.
El Alto Comisionado también ha subrayado la "cruel ironía" que supone que tanto Ghuta como Deraa fuesen declaradas zonas de distensión en un acuerdo de julio de 2017 en el que Estados Unidos, Rusia y Jordania actuaron de garantes. "Ahora otra zona de distensión corre el riesgo de ser el escenario de víctimas civiles a gran escala. Esta locura debe terminar", ha reclamado.
