MADRID, 27 Oct. (EUROPA PRESS) -
Al menos 2.824 migrantes y refugiados han muerto este año en el Mediterráneo intentando alcanzar las costas del sur de Europa, según un nuevo balance de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), que sitúa la amplia mayoría de estas víctimas en la ruta entre Libia e Italia.
Los datos, difundidos este viernes pero actualizados hasta el miércoles, 25 de octubre, reflejan que 149.159 migrantes lograron llegar a Europa por mar desde el 1 de enero. Un 75 por ciento de ellos arribaron a las costas italianas, mientras que el resto corresponden a Grecia, España y Chipre.
El número de llegadas refleja un drástico descenso en comparación con el mismo periodo de 2016, cuando 332.326 personas lograron alcanzar las costas europeas, aunque la cifra de muertes no ha caído en la misma proporción. El año pasado habían fallecido a estas alturas 3.810 migrantes, unos mil más que en 2017.
Por otra parte, el Proyecto Migrantes Desaparecidos de la OIM ha registrado este año 4.826 muertes a nivel mundial. La organización ha advertido del repunte de los casos en el último mes, con unos 17 migrantes falleciendo de media cada día.
El Mediterráneo es el principal cementerio de estas personas, aunque también se han registrado otros 460 fallecimientos en la zona norte de África y 381 en el África subsahariana, la segunda y tercera región con más muertos, respectivamente. La frontera entre Estados Unidos y México figura en cuarto lugar, con 316 fallecidos.
