MADRID, 10 Mar. (EUROPA PRESS) -
La ONU ha lamentado la muerte de al menos 39 migrantes y refugiados tras un doble naufragio el martes frente a las costas de Túnez, pero ha puesto al país magrebí como ejemplo de asistencia a embarcaciones en peligro, en aparente contraposición con las políticas europeas.
El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) se han mostrado "profundamente apenados" por la tragedia, que ha dejado al menos 39 víctimas tras el hundimiento de la embarcación frente a la isla de Kerkena.
"Las operaciones de rescate aún continúan", ya que se vieron interrumpidas por las malas condiciones meteorológicas, según las dos agencias, que han confirmado "134 supervivientes", en su mayoría procedentes de Costa de Marfil, han sido trasladados de vuelta a Túnez.
Además, un segundo naufragio tuvo lugar el martes frente a la ciudad de Jebeniana, aunque en este caso las 70 personas que viajaban a bordo de la embarcación, cuatro de ellas menores de edad, fueron trasladadas a salvo hasta la costa.
Las autoridades tunecinas han realizado solo este año 21 operaciones de rescate, algunas de ellas para atender a embarcaciones que habían partido desde la vecina libia. Para la representante de ACNUR en Túnez, Hanan Hamdan, con esta actitud el país demuestra que "no solo es necesario sino que también es posible" atender a los migrantes y refugiados.
Esta misma opinión la comparte el jefe de misión de la OIM, Azzouz Samri, quien ha reiterado la voluntad de Naciones Unidas para seguir brindando atención humanitaria urgente a las personas rescatadas en el mar.
La ONU estima que unos 190 migrantes y refugiados han muerto este año en la zona central del Mediterráneo, lo que supone una media de casi tres fallecidos por día. Samri ha señalado que estos datos demuestran la necesidad de una búsqueda "proactiva" y de que haya un mecanismo de desembarco "claro y seguro".
