MADRID, 30 Ago. (EUROPA PRESS) -
El segundo trimestre del año supuso para Malí un aumento de las violaciones de los Derechos Humanos y de las víctimas civiles, según un informe de la ONU que pone el foco en grupos como Estado Islámico del Gran Sáhara, a los que ha atribuido en gran medida esta tendencia al alza de la violencia en el país africano.
La misión de la ONU en Malí (MINUSMA) recoge en su último informe, publicado este lunes, que entre el 1 de abril y el 30 de junio al menos 527 civiles murieron, resultaron heridos o fueron secuestrados, un 25 por ciento más que en el trimestre anterior.
"La mayoría de incidentes violentos", en concreto el 54 por ciento, serían atribuibles a actividades de grupos terroristas como Estado Islámico en el Gran Sáhara y el Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (JNIM), filial de Al Qaeda en Malí.
La misión ha advertido de que este tipo de grupos siguen afianzándose en sus bastiones territoriales, especialmente en la zona centro, aunque también han logrado una expansión "notable" en áreas más al sur como Ségou y Sikasso. Allá donde van, imponen restricciones de los derechos fundamentales, especialmente sobre las mujeres.
Frente al avance yihadista, las fuerzas de seguridad tanto locales como internacionales han lanzado numerosas operaciones que, "en algunas circunstancias", han derivado en "graves" abusos. Según la MINUSMA, las fuerzas locales serían responsables del 9 por ciento de las víctimas, mientras que las internacionales figuran en el 6 por ciento de los casos.
La ausencia de la más mínima vigilancia judicial en las áreas en disputa "hace difícil luchar contra la impunidad", lo que en cierta medida crearía "oportunidades" para que los yihadistas se granjeen el apoyo de las comunidades locales. En este sentido, la misión de la ONU ha aplaudido algunas iniciativas de las autoridades de transición como los juicios llevados a cabo en Mopti contra militares sospechosos de violar los Derechos Humanos.
