JERUSALÉN, 3 Oct. (EUROPA PRESS) -
El policía de la Guardia de Fronteras israelí que mató este domingo a un palestino que pretendía cruzar ilegalmente desde Jerusalén Este ha asegurado a los detectives implicados en la investigación que disparó su pistola por accidente. Sin embargo, un primo del fallecido sostiene que fue asesinado a sangre fría.
Fuentes conocedoras de la investigación informaron al diario 'Yedioth Aharonoth' de que el policía implicado aseguró que el arma pudo dispararse fortuitamente cuando ambos forcejeaban. El fallecido es Izz al Din Qawezba, un palestino originario de Hebrón, de 38 años de edad y padre de seis hijos.
El incidente ocurrió a primera hora de la mañana cerca de la localidad de Issawiya, al norte de Jerusalén, cuando efectivos de la Guardia de Fronteras retuvo a unos 15 trabajadores que intentaban entrar en territorio israelí. Qawezba intentó escapar, pero uno de los agentes le persiguió y alcanzó. Durante el forcejeo subsiguiente Qawezba recibió un disparo mortal cuando intentaba hacerse con la pistola del policía, según testigos presenciales citados por el 'Yedioth'.
La organización de defensa de los Derechos Humanos israelí B'Tselem, la autopsia realizada en el Instituto Forense Abu Kabir revela que Qawezba recibió un disparo a corta distancia y que falleció de inmediato.
Otro de los integrantes del grupo detenido por los policías y primo de Qawezba dio una versión distinta de lo ocurrido. "Nos acercamos a la valla cerca de Issawiya con la intención de entrar en Jerusalén. De repente, los agentes de la Guardia de Fronteras comenzaron a perseguirnos en un Toyota desde el lado israelí de la valla y decenas de trabajadores huyeron", explicó en declaraciones a 'Yedioth'.
Después fue testigo de cómo el policía disparó a Qawezba. "Le dispararon a sangre fría cuando se intentaba esconder del agente, quien le disparó a quemarropa. (Qawezba) ni siquiera estaba tratando de defenderse", relató.
