MADRID, 11 Jul. (EUROPA PRESS) -
Países Bajos ha enviado sus "más profundas disculpas" al pueblo de Srebrenica, en el este de Bosnia y Herzegovina, por el "fracaso" de las fuerzas militares neerlandesas a la hora de evitar la masacre que se produjo en julio de 1985, en plena guerra de los Balcanes, en la que 8.000 musulmanes fueron asesinados.
"La comunidad internacional no ofreció protección adecuada a la gente de Srebrenica. El Gobierno neerlandés comparte la responsabilidad por la situación en la que ocurrió ese fracaso. Y por esto, ofrecemos nuestras más profundas disculpas", ha dicho la ministra de Defensa, Kasja Ollongren.
En una ceremonia celebrada en la localidad de Potocari, Ollongren ha reconocido que ante la imposibilidad de "quitar" el sufrimiento a todas las víctimas por lo que pasó, lo que la comunidad internacional sí puede hacer "es mirar a la historia directamente a los ojos".
"El recuerdo de este terrible genocidio no debe desaparecer de la historia (...) porque su profundo dolor y pérdida están presentes para siempre, aquí y ahora", ha remarcado la ministra neerlandesa de Defensa 27 años después de que ocurriera todo aquello, informa la cadena NOS.
Ollongren ha reconocido que se produjeron fallos políticos, pero ha matizado que la responsabilidad de aquellos crímenes es de quienes perpetraron aquellos actos. "Afortunadamente, varios de los responsables ya han sido juzgados por el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia en La Haya", ha destacado.
Este gesto no ha estado exento de polémica, después de que viniera después de unas disculpas previas hace un mes al batallón neerlandés de Naciones Unidas que fue incapaz de defender la ciudad. Para el primer ministro, Mark Rutte, aquel escuadrón "terminó erróneamente en el banquillo".
La masacre de Srebrenica está considerado como el mayor crimen de guerra en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. La unidad neerlandesa Dutchbat III estaba allí para proteger a los refugiados musulmanes, como parte de una misión de mantenimiento de la paz de Naciones Unidas.
Sin embargo, en julio de 1995, los 370 militares neerlandeses que conformaban ese batallón fracasaron en la defensa de la ciudad y en evitar la masacre, en la que unos 8.000 hombres y niños musulmanes fueron asesinados por el Ejército serbio de Bosnia bajo el mando de Ratko Mladic y arrojados a fosas comunes.
