MADRID, 16 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Parlamento de Irak celebrará el 26 de marzo una sesión para elegir al nuevo presidente del país, seis semanas después de lo previsto tras el aplazamiento de la votación en febrero tras la eliminación de uno de los principales candidatos al puesto por parte del Tribunal Supremo.
El presidente del Parlamento iraquí, Mohamed al Halbusi, ha indicado en un comunicado que la votación tendrá lugar tras la festividad del Nouruz y ha desvelado una lista final de 40 candidatos para el puesto, principalmente ceremonial y reservado a un miembro de la comunidad kurda.
Así, ha manifestado que un total de 45 personas han presentado su candidatura, si bien cinco de ellos han sido descartados por no cumplir los requisitos constitucionales, según ha informado la cadena de televisión kurda Rudaw. Los principales favoritos son el actual mandatario, Barham Salí --candidato de la Unión Patriótica del Kurdistán (PUK)--, y Rebar Ahmed, del Partido Democrático del Kurdistán (PDK).
Ahmed fue nominado para el cargo por el partido después de que el Supremo eliminara el 13 de febrero la candidatura del ex vice primer ministro Hoshiar Zebari, una decisión que llegó apenas 24 horas antes de que tuviera lugar la votación en el Parlamento. Varios parlamentarios habían indicado que Zebari, investigado en el pasado por presunta corrupción, no cumplía los requisitos de "integridad y buena reputación".
Zebari fue ministro de Finanzas iraquí desde 2014 a 2016 antes de ser destituido de su cargo tras una moción de censura parlamentaria secreta sobre presunta corrupción y malversación de fondos públicos. A pesar de que Zebari negó la acusación presentada contra él en ese momento, 158 diputados de los 249 presentes en la reunión votaron en su contra. Más tarde fue absuelto de los cargos.
El nuevo presidente de Irak deberá entregar el encargo de formar Gobierno al candidato del mayor bloque en el organismo legislativo, algo en lo que ya trabaja el clérigo chií Muqtada al Sadr, quien encabeza la coalición Sayirún, que se impuso en las parlamentarias. Los resultados fueron denunciados por una coalición de partidos chiíes alineados con Irán que sufrieron un duro varapalo en las urnas, si bien fueron finalmente ratificados por el Tribunal Supremo a finales de diciembre.
Tras ello, el Parlamento celebró su sesión inaugural y ratificó como presidente del organismo a Mohamad al Halbusi, si bien la misma derivó en incidentes después de que la coalición chií apelara contra el nombramiento argumentando que cuenta con la mayoría, lo que derivó en la suspensión provisional de Al Halbusi en el cargo, posteriormente retirada.
Las parlamentarias, de carácter anticipado, fueron convocadas tras la grave crisis política en la que se vio sumido el país tras las masivas movilizaciones registradas en 2019, que forzaron la dimisión del Gobierno y la aprobación de una nueva legislación electoral.
Las protestas, que estallaron en octubre de 2019 y se saldaron con más de 550 muertos --según el balance oficial facilitado en julio de 2020--, supusieron una nueva muestra del desencanto de la población con la clase política ante los numerosos casos de corrupción, el mal estado de los servicios públicos y la crisis económica imperante en Irak.
