MADRID, 25 Jul. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, y el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, se han mostrado de acuerdo este jueves en la necesidad de "acelerar los esfuerzos" para lograr un "fin negociado" a la guerra en Afganistán.
Ambos han mantenido durante la jornada una conversación telefónica en la que Pompeo ha resaltado que "no ha habido cambios" en la política del presidente estadounidense, Donald Trump, en el sur de Asia, tras las recientes declaraciones del mandatario en las que dijo que podría acabar con la guerra en el país "en una semana".
"Podría ganar esa guerra en una semana. No quiero matar a diez millones de personas", dijo el presidente, antes de agregar que, de querer recurrir a esa opción, "Afganistán sería eliminado de la faz de la tierra". Kabul pidió inmediatamente explicaciones por estas palabras.
En el marco de la conversación, Ghani ha confirmado el "compromiso" de Afganistán para trabajar con Washington "para lograr un Afganistán estable, pacífico y democrático que no sea un centro para el terrorismo".
La llamada telefónica ha tenido lugar horas después de que el representante especial de Estados Unidos para Afganistán, Zalmay Khalilzad, haya mantenido reuniones en las últimas horas con Ghani, el primer ministro, Abdulá Abdulá, y el ministro de Exteriores, Salahudin Rabani, para tratar de formar un "equipo negociador integrador y efectivo" de cara a impulsar un proceso de paz.
El enviado especial de Estados Unidos para Afganistán llegó a Kabul a principios de semana en el marco de una gira para impulsar el proceso de paz en el país centroasiático.
En un comunicado, el Departamento de Estado ha señalado que el viaje comenzó el 22 de julio y terminará el 1 de agosto y que se enmarca en los esfuerzos por impulsar "un proceso de paz que ponga fin al conflicto en Afganistán".
En Kabul, las gestiones y contactos de Khalilzad se centrarán en "identificar un equipo negociador nacional" que pueda participar en unas negociaciones de paz "entre afganos". Tras las reuniones con autoridades afganas en Kabul, el enviado especial de Estados Unidos volverá a Doha, la capital de Qatar, para reunirse con representantes de los talibán afganos.
Estados Unidos mantiene desde hace meses contactos con dirigentes de los talibán afganos para impulsar un proceso de paz pero los miembros del movimiento fundamentalista afgano se niegan a reunirse con representantes del Gobierno de Kabul con el argumento de que se trata de una marioneta de Estados Unidos.
