R.Unido.- Londres imputa al Kremlin su participación en el asesinato del ex espía Alexander Litvinenko, según la BBC

Actualizado: martes, 8 julio 2008 15:28

Los servicios secretos consideran a Rusia la tercera amenaza del país y denuncian operaciones contra personas afincadas en Occidente

LONDRES, 8 Jul. (De la corresponsal de EUROPA PRESS, Eva Martínez Millán) -

El asesinato del ex espía ruso Alexander Litvinenko por envenenamiento en Londres en 2006 habría contado en el apoyo del Gobierno del Kremlin, según un destacado miembro del Ejecutivo británico que aseguró a la BBC que hay "indicaciones muy claras de que se trató de una acción de Estado".

La difusión de la noticia se produce en paralelo a la primera reunión entre el primer ministro de Reino Unido, Gordon Brown, y el presidente de Rusia, Dmitri Medvedev, aprovechando la cumbre del G8, en la que ambos habrían tratado de enfriar la polémica entre Londres y Moscú intensificada en los últimos años a raíz del asilo que las islas supusieron para numerosos exiliados por temor a represalias del ex mandatario Vladimir Putin y, especialmente, tras el caso Litvinenko, crítico con el Kremlin y protegido de uno de los principales enemigos políticos de Putin.

Los servicios secretos británicos han considerado desde el principio al ex agente del KGB Andrei Lugovoi como autor de la muerte, que se habría producido tras la inoculación de veneno durante una comida en un restaurante japonés del centro de la capital, si bien el antiguo espía ha negado cualquier relación con el suceso.

En este contexto, la Fiscalía General del Estado elevó de manera formal en mayo de 2007 a Moscú una demanda de extradición para lograr que Lugovoi afrontase un juicio en Gran Bretaña que, pese a permanecer en pie, ha topado con la negativa a cooperar de Rusia en base a que, de acceder, actuaría contra su constitución.

Además, según la BBC, la organización que relevó a la organización de seguridad del Kremlin durante el mandato de Putin, la FSB, funciona "de lejos" con más autonomía que los servicios a los que se encomiendan las operaciones de espionaje en el extranjero y, en este sentido, una fuente del Gobierno de Reino Unido confesó a la cadena pública que creen "claramente que el caso Litvinenko ha tenido alguna implicación del Estado" ruso.

OTROS CASOS

Una participación que se habría ampliado para intentar acabar con la vida del magnate Boris Berezovsky, disidente también afincado en Londres con un estrecho contacto con Litvinenko y contra quien el MI5 habría desbaratado una trama de asesinato el pasado verano. Un dato que, según el dirigente consultado por la BBC, mostraría la continuidad de la "intención del FSB de mantener operaciones contra personas en occidente".

En este sentido, dio cuenta también de las "serias repercusiones diplomáticas" que el elevado número de críticos con Moscú exiliados en Reino Unido conlleva para las relaciones entre ambos países, profundamente deterioradas ya por el mantenimiento del número de agentes operando en secreto en las islas pese al fin de la Guerra Fría, según confesó recientemente el propio jefe del MI5, Jonathan Evans.

AGENTES RUSOS EN REINO UNIDO

Al respecto, la inteligencia británica calcula que todavía unos 30 están distribuidos en el territorio del Reino Unido y, por todo, considera a Rusia la tercera mayor amenaza a la que se enfrenta el país, tan sólo por detrás del peligro que representan la organización terrorista Al Qaeda y la proliferación nuclear de Irán, según informó el diario 'The Times'.

Además, a raíz del caso Litvinenko la remesa de agentes enviados a Gran Bretaña habría incluso aumentado, provocando un severo malestar entre los servicios al Servicio de Su Majestad, que vieron cómo importantes recursos hubieron de ser destinados exclusivamente a hacer frente al espionaje industrial y militar de los rusos.

En este contexto, Gordon Brown y Medvedev se entrevistaron por primera vez ayer lunes con el malestar por el trato del Kremlin a inversores extranjeros de fondo y polémicas como la propia imputación que Londres atribuye a la inteligencia rusa en el caso Litvinenko y otros intentos de asesinato, que culminaron en un enfrentamiento abierto entre sus antecesores, Tony Blair y Putin, en la última cita de las ocho principales potencias del planeta.