MADRID, 11 (EUROPA PRESS)
Tres 'cascos azules' de la Misión de la ONU en Malí (MINUSMA) murieron y otros cuatro resultaron heridos de gravedad este domingo como resultado de la explosión de un artefacto explosivo improvisado al paso de su patrulla rutinaria en los alrededores de Aguelhok, en la región de Kidal (norte), según la informado la propia fuerza en un comunicado.
El jefe de la MINUSMA, Mahamat Saleh Annadif, ha condenado el último ataque que busca, según él, paralizar las operaciones en la zona de los 'cascos azules'. "Debemos conjugar todos los esfuerzos con el fin de identificar y detener a los responsables de estos actos terroristas para que respondan de sus crímenes ante la Justicia", ha reclamado.
También ha condenado el último ataque en Malí el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, quien ha expresado sus condolencias a los familiares de los tres efectivos chadianos de la MINUSMA fallecidos, "así como al Gobierno y al pueblo de Chad".
En un comunicado de su portavoz, Guterres ha recordado que los ataques contra las fuerzas de paz de la ONU "pueden constituir crímenes de guerra en virtud del Derecho Internacional". Asimismo, ha pedido a las autoridades malienses que "no escatimen esfuerzos para identificar a los autores de estos ataques" para que puedan ser juzgados.
"Estos actos cobardes no disuadirán a Naciones Unidas de su determinación de seguir apoyando al pueblo y el Gobierno de Malí en su búsqueda de la paz y la estabilidad", ha recalcado el jefe de la ONU.
Por su parte, el presidente de Chad, Idriss Déby, ha expresado su "viva emoción" tras recibir la noticia de la muerte de los soldados del país africano en el atentado en Malí y ha trasladado sus condolencias a los familiares.
"Deseo una pronta recuperación a los cuatro soldados heridos", ha dicho el mandatario a través de su cuenta en la red social Twitter, antes de recalcar el "compromiso" de las autoridades chadianas con "derrotar al peligro terrorista".
Malí ha registrado en los últimos meses un recrudecimiento de la violencia, en particular en la parte central del país, pero también en el norte. Aquí operan las filiales de Al Qaeda y de Estado Islámico, pero también han proliferado los grupos de autodefensa, integrados principalmente por cazadores tradicionales --el más conocido es Dan Na Ambassagou--, que han puesto en su punto de mira a la población peul, a la que se consideran partidaria de los yihadistas.
La creciente inestabilidad en el Sahel ha sido motivo de preocupación en la comunidad internacional debido a la importancia estratégica de la zona y ha llevado a un incremento de las operaciones militares de los países regionales.
