YUBA, 4 Dic. (Reuters/EP) -
Las tropas gubernamentales y los rebeldes de Sudán del Sur han estado combatiendo durante más de una semana en una remota región del norte del país, según han afirmado este jueves fuentes de Naciones Unidas, en los que consideran los peores enfrentamientos en las últimas semanas desde que acabara la época de lluvias.
El conflicto en Sudán del Sur, que se independizó de Sudán en 2011, ha acabado con la vida de más de 10.000 personas, ha obligado a más de un millón a abandonar sus casas y ha llevado a la zona a una severa escasez de alimentos.
Los diplomáticos occidentales, frustrados por la falta de progreso en las negociaciones de paz en entre el Gobierno de Sudán del Sur y los rebeldes, temían que el final de las lluvias pudiese recrudecer los enfrentamientos.
La Unión Europea y Estados Unidos, deseosos de evitar que el país más nuevo del mundo se deslice al caos, ya han impuesto sanciones a ambos bandos por romper frecuentemente el alto el fuego. El pacto inicial fue firmado en enero.
El portavoz de la misión de Naciones Unidas en Sudán del Sur, Joe Contreras, ha afirmado que la organización ha recibido informes de continuos enfrentamientos en el condado de Fangak, en el estado de Jonglei. "Los combates llevan sucediéndose una semana", ha añadido.
Un equipo de vigilancia del bloque africano IGAD, encargado de supervisar las violaciones del alto el fuego, informó a Naciones Unidas de enfrentamientos en Fankak el pasado martes. El choque ha sido denominado como el peor en una única región desde mayo.
Las facciones renovaron la tregua en mayo y volvieron a firmar otro acuerdo de alto el fuego a principios de noviembre pero ambos se rompieron rápidamente.
Las conversaciones para alcanzar un acuerdo de paz continúan en Etiopía pero con pocos signos de progreso. El primer ministro de este país, Hailemariam Desalegn, afirmó el martes en Alemania que existía una falta de compromiso político en ambos bandos.
