LOGROÑO, 30 Jun. (EUROPA PRESS) -
Dejarse las ventanillas bajadas y las puertas abiertas son los olvidos que con más frecuencia cometen los conductores riojanos a la hora de aparcar, según datos del informe Hábitos de Aparcamiento en España elaborado por Instituto Sondea para EasyPark. Les siguen en menor medida dejarse las luces encendidas, no poner el freno de mano o dejarse las llaves puestas.
Más de la mitad de los encuestados reconoce no haber subido las ventanillas (60%) o no haber cerrado las puertas en alguna ocasión. Otro de los despistes más comunes consiste en dejarse las luces encendidas (20%).
Casi la totalidad de los conductores riojanos afirman respetar los aparcamientos reservados a minusválidos cuando aparcan en la calle (90%) y tener mucho cuidado para no dar a los demás coches. Además, el 100% de los conductores se enorgullecen de aparcar a la primera, si bien el 50% confiesan buscar huecos grandes para facilitar esa labor.
Solo un 10% de los conductores reconocen subirse al bordillo al aparcar, tocar a los coches de delante o de detrás o dejar el coche muy separado de la acera (16%). Al 10% les suele costar encontrar su coche cuando regresan a buscarlo.
Casi la totalidad de conductores riojanos piensan que cada vez es más difícil aparcar en su ciudad o pueblo y cabe destacar que el 70% de los encuestados no coge más el coche por falta de aparcamiento. Por último, a la mitad les pone nerviosos que haya gente esperando detrás de ellos cuando aparcan. "Los atascos y la falta de plazas de aparcamiento libres son dos de las principales causas de estrés al volante", explica Víctor Valencia, coordinador de marketing de EasyPark.
"Por suerte, la tecnología pone a nuestra disposición fórmulas para mejorar y relajar nuestra conducción, como Find & Park, el servicio de EasyPark que guía los conductores hacia las zonas con más plazas de aparcamiento libres".
EasyPark se ha interesado también por conocer la opinión de los conductores riojanos con respecto a la antigüedad de los vehículos. De media, consideran un coche viejo a los 12 años y afirman que suelen cambiar el suyo con esos años, aunque les gustaría poder cambiarlo mucho antes, con 9 años.
