Negocios y vecinos de Duquesa de la Victoria: "La calle ha perdido funcionalidad, queremos equilibrio y fluidez"

Negocios y vecinos de Duquesa de la Victoria: "La calle ha perdido funcionalidad, queremos equilibrio y fluidez"
Negocios y vecinos de Duquesa de la Victoria: "La calle ha perdido funcionalidad, queremos equilibrio y fluidez" - EUROPA PRESS
Publicado: miércoles, 9 octubre 2024 13:18

    LOGROÑO, 9 Oct. (EUROPA PRESS) -

   "Equilibrio" de usos para todos y "fluidez" a la hora de circular, para recuperar "vida" en una calle "que ha perdido funcionalidad, está estrangulada". Son las dos principales reivindicaciones que este miércoles ha hecho un grupo de responsables de negocios -comerciantes y hosteleros- y de vecinos de la calle Duquesa de la Victoria, ante la situación actual del proyecto de remodelación de esta vía.

   Unas peticiones que, como ha querido resaltar el portavoz de todos estos usuarios, Luis Birigay, se desvinculan de cualquier ideología, "esto no es un tema político, esto es un tema de uso y funcionalidad de una calle, que es un espacio público, que creemos que ha perdido sus funciones con una reforma que se hizo que limitó las funcionalidades que debe tener una calle, un servicio público de todos los ciudadanos".

   En sus palabras, esas funciones deberían ser "poder circular con fluidez, tanto con vehículo a motor, como en bicicleta, como andando; se tiene que poder comprar, se tiene que poder vender, se tiene que poder descargar, se tiene que poder asistir, por ejemplo, a los vecinos que necesitan asistencia médica o social", algo, en concreto, para lo que "tenemos problemas ahora mismo con la calle estrangulada".

   "No se trata de posicionarse a favor de un proyecto u otro -ha insistido- porque proyectos habrá miles y opiniones habrá miles, pero sí creemos que tenemos el derecho de solicitar a las administraciones que nos devuelvan las funciones para las que está hecha una calle".

   Birigay ha enmarcado la situación de Duquesa de la Victoria en "un proceso general a toda la ciudad de desarticulación del comercio", con "actuaciones como la que se han hecho de estrangulamiento de la calle que favorecen y aceleran esa desarticulación del comercio y detrás del comercio se van los residentes".

   "Hay que revertir esa situación en lo posible para que este barrio vuelva a tener la vida y la actividad que ha tenido toda la vida", ha reseñado el portavoz vecinal, quien ha apuntado que "se ha creado un efecto contrario al que se buscaba, porque al restringir el uso de la calle, lo que se hace es obligar al resto de vecinos a utilizar más el coche de lo que lo hemos utilizado toda la vida, hay que ir a la periferia a trabajar, a comprar y a hacer gestiones".

   Una situación frente a "lo que pedimos es una calle equilibrada donde todos podamos utilizar los servicios y funciones que requiere una vía pública, sin más". "Pedimos a quien corresponda, que no somos nosotros, sino instituciones locales, autonómicas, nacionales e incluso europeas, que hagan su función y se pongan de acuerdo para hacer lo que tengan que hacer para que esto pueda salir adelante. Simplemente es eso", ha asegurado.

   Birigay ha recalcado que "nosotros somos vecinos y comerciantes, nosotros no somos los que decimos lo que hay que hacer", pero en cualquier caso, a preguntas de los periodistas, se ha mostrado contrario a la eliminación del carril bici, "debe ser una calle en la que se pueda circular en bicicleta, en la que se pueda circular en coche, tanto a nivel particular, como a nivel público, que se pueda pasear, que se pueda comprar, que se pueda vender, que se pueda descargar".

   "No se trata de quitar el carril bici, ni muchísimo menos. Es más, ojalá se pudiese circular en bicicleta por toda la ciudad, con seguridad y con fluidez. En bicicleta, andando, en coche y de todas formas. No se trata de quitarlo, no, todo lo contrario", ha incidido. No se ha querido tampoco pronunciar sobre la situación entre Ayuntamiento y Ministerio por los fondos europeos asignados al proyecto inicial, porque "no somos los que tenemos que opinar sobre de dónde tiene que salir el dinero, este problema no lo hemos provocado nosotros".

   "Lo que está claro -ha añadido- es que la gente se está yendo. Tanto comerciantes como residentes se están yendo. Eso es una cosa totalmente palpable y los comerciantes que se están quedando están teniendo cada vez más dificultades para seguir. Entonces eso es lo que queremos que se solucione. Porque los comerciantes, al final, no viven de los vecinos, viven de un radio de acción mucho más amplio, de grandes ventas. Las grandes ventas no se pueden hacer si no se puede cargar ni descargar".

   Así, ha subrayado Birigay que "si tú estrangulas la calle y no dejas más que un carril que cada vez que alguien tiene que parar para cualquier gestión se bloquea la calle, si todas las actuaciones que se hacen se hacen para que no se circule, pues evidentemente no se circula y es lo que está ocurriendo".

   "Ahora ya no se circula, pero si no se circula, ¿cómo va a funcionar el comercio si no se puede entrar en la calle? Es decir, a todos nos gustaría una ciudad sin coches, bueno, no sé si nos gustaría, pero lo que es evidente es que el comercio no puede funcionar si no se puede entrar y salir", ha explicado el portavoz vecinal, quien ha vuelto a hacer hincapié en ese equilibrio necesario "en toda la ciudad, que todos los ciudadanos puedan tener todos los servicios, no especializar las calles para que en una solo se ande en bicicleta, en otra solo se ande en coche, otra solo sea peatonal y cada persona tenga que elegir cada cuatro años".

   A este testimonio se ha sumado el del responsable de la cercana Carnicería Rituerto, ubicada en el Mercado del Corregidor, quien se ha quejado de la pérdida de unos 25 clientes, procedentes de localidades limítrofes tanto de Navarra como del País Vasco, "y que nos hacían compras muy grandes", pero que "han dejado de venir" por la imposibilidad de acceder a la plaza en sus vehículos.

   Compradores que "nos hacían una facturación grande", sin la cuál se dificulta incluso la continuidad del negocio, como ha resaltado. "Ya se ha perdido un puesto de trabajo, y hay otro medio que está en el aire", ha rematado Rituerto, quien ha asegurado que "de las vecinas como mi madre que comen una pechuga de pollo y 100 gramos de jamón cocido cada dos días no podemos vivir".