Profesora Educación UNIR apuesta por "educar en la confianza incondicional" para hacer frente al acoso escolar

Archivo - Imagen del informe sobre acoso escolar 'La opinión de los estudiantes',  de Fundación Mutua Madrileña y la Fundación ANAR
Archivo - Imagen del informe sobre acoso escolar 'La opinión de los estudiantes', de Fundación Mutua Madrileña y la Fundación ANAR - FUNDACIÓN MUTUA MADRILEÑA - Archivo
Publicado: domingo, 7 noviembre 2021 11:02

   LOGROÑO, 7 Nov. (EUROPA PRESS) -

   La profesora de la Facultad de Educación e investigadora del grupo 'Ciberpsicología' de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), Raquel Escortell, ha apostado porque padres y docentes "eduquen en la confianza incondicional" para hacer frente al acoso escolar.

   Hay que estar atentos a algunas señales en el alumno como "ansiedad, bajo estado de ánimo, algún rasgo depresivo, nerviosismo cada vez que suena el teléfono o incluso desajustes en la alimentación y en el sueño" para detectar este tipo de acoso.

    En una entrevista a Europa Press, con motivo del 'Día Mundial del Ciberacoso escolar', que se conmemoró el 4 de noviembre, ha señalado que "en el caso del ciberacoso la cosa se complica un poco más que en el acoso tradicional, ya que era más fácil detectarlo, porque la víctima no quería ir al colegio o incluso se ven las secuelas físicas, sin embargo en el cibercacoso es más complicado porque, en muchos casos, los agresores no van al mismo centro escolar e incluso la víctima quiere ir a clase porque siente ese apoyo social, y los padres no vemos las secuelas físicas".

   Para Escortell en el caso de padres y docentes lo importante "es educar en la confianza incondicional", sobre todo "sin juzgarlos, para que cuando estén en una situación complicada nos lo vayan a decir, y a partir de ahí, dar los pasos adecuados".

   La también investigadora del Grupo 'Ciberpsicología' de UNIR, además, ha señalado que con la pandemia del coronavirus, principalmente con los confinamientos, se "han generado además de más ciberacoso, también mayor uso problemático de internet, más juego on line patológico y más problemas de violencia de pareja a través de las redes o más grooming".

   Ello ha sido así por "las características de las tecnologías, con esa conexión 24/7, la rapidez de difusión, la desensibilización del agresor hacia la víctima, la sensación de indestructibilidad que da el anonimato ante la pantalla, lo que sumado a la cantidad de horas que ha posibilitado la pandemia, junto a las bajas estrategias de afrontamiento y la poca tolerancia a la frustración que tienen los jóvenes, al final han sido los ingredientes perfectos para la receta".

   Para Escortell uno de los problemas que dan con este tipo de casos "es que no se denuncian", por lo que ha animado a que se lleve a cabo está actuación y que el adulto "no juzgue" a quién está siendo acosado para que "sientan que ha merecido la pena dar el paso" de denunciar. En este punto, ha indicado que "antes en el rol tradicional de ciberacosador era mayoritario los chicos, y ahora ha cambiado y son las chicas las que acosan más".

   La profesora de la Facultad de Educación de UNIR, no obstante, ha destacado que la víctima tiene que tener claro que "nadie puede decidir por ellos, que cualquier insulto o comentario subido de tono es un acoso, y no tienen porque restarle importancia o pensar que forma parte de la comunicación hoy en día, o menos tienen que aguantarlo por la aprobación de su entorno", y finalmente, "ponerlo en conocimiento de un adulto".