Cree que en Madrid "se ha mezclado demasiado el mundo empresarial y el político"
MADRID, 21 Mar. (EUROPA PRESS) -
El candidato a la Presidencia de CEIM y cabeza visible de la Confederación de Comercio de Madrid, Hilario Alfaro, ha remarcado este viernes, en el último acto de campaña con prensa antes de las elecciones del lunes, que se presenta para dirigir a los empresarios madrileños pero sin buscar "recorrido en la Administración ni en partidos políticos".
En un desayuno informativo organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica, Alfaro ha destacado que, tras reunirse con más de 350 asociaciones, que representan el 98 por ciento de los votantes, ha sacado la conclusión de que los empresarios "reclaman una organización independiente, no sólo del poder político, sino también económicamente".
"No puede haber independencia política sin independencia económica", ha asegurado Alfaro, que ha reclamado "más transparencia en la organización, en la gestión económica y en el día a día".
En cuanto al poder político, el candidato ha señalado que en el desayuno informativo protagonizado días atrás por su rival y actual presidente de la CEIM, Arturo Fernández, hubo "mucho político, mucho embajador, poco votante y poco empresario". Por contra, en el suyo se dio cita "poco político" aunque "de todos los partidos", y "todo empresarios".
Hilario Alfaro ha opinado que Fernández debió de sentirse "muy arropado por la Comunidad y poco o nada por el resto de partidos". También ha apostillado que si la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, no asistió al encuentro de Arturo Fernández sería "porque no pudo" ya que su asistencia estaba confirmada, y que el presidente regional, Ignacio González, "disculpó" su ausencia en el suyo.
"COLABORACIÓN LEAL"
El candidato ha rechazado que tenga una relación tensa con González, con independencia de que su esposa, Lourdes Cavero, vaya en la lista de Fernández. Alfaro ha asegurado que, de ganar el lunes, mantendrá una "colaboración absolutamente leal". También ha revelado que se reunió con el presidente hace tres semanas y durante casi dos horas, lo que se tradujo en una reunión "productiva de cara al futuro".
A eso ha apostillado que trabajará "de manera respetuosa y eficaz con cualquier político que hayan elegido los madrileños". "Los de derechas me dicen que soy de izquierdas y los de izquierdas que soy de derechas. Eso me ha pasado toda la via", ha bromeado después de lamentar que en Madrid "se ha mezclado demasiado el mundo empresarial y el político y eso ha dado poca eficacia en la búsqueda de soluciones".
