Gallardón cree que el "futuro" del Carnaval está "plenamente asegurado" porque hace falta "un paréntesis de alegría"

Gallardón recibe a la Alegre Cofradía del Entierro de la Sardina
EUROPA PRESS/AYUNTAMIENTO DE MADRID
Actualizado: miércoles, 9 marzo 2011 19:12

La Alegre Cofradía asegura que la sardina ha sido "víctima del presuntamente pernicioso y antigubernamental vicio del fumeteo"

MADRID, 9 Mar. (EUROPA PRESS) -

El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, ha recibido este miércoles en la Casa de la Villa a la Alegre Cofradía del Entierro de la Sardina, ante quienes ha asegurado que el "futuro" del Carnaval está "plenamente asegurado" ya que a los ciudadanos les hace falta "un paréntesis de alegría y desenfreno ante los rigores" a los que obliga la crisis económica.

En un discurso con muchas menos referencias veladas que en otras ocasiones, el primer edil ha defendido que el entierro de la sardina es una "tradición particularmente característica de Madrid", aunque "nunca estuvo bien vista por la autoridad" una celebración que fue tachada incluso de "sacrilegio en miércoles de ceniza".

Así, citando la 'Doña Francisquita' de Federico Romero y Guillermo Fernández-Shaw, el primer edil ha coincidido en que "el pueblo de Madrid encuentra siempre diversión, lo mismo en Carnaval que en Viernes de Pasión", y ha deseado también que "conserve Dios su buen humor".

Especialmente en tiempos como los actuales de crisis económica. En este sentido, Gallardón ha señalado que "cabría esperar que en un tiempo como el presente, que solía ser el del consumo excesivo y continuo, el del hedonismo como ideal y la gratificación instantánea, el Carnaval no encontrara una especial respuesta en su llamada pagana al exceso a fecha fija, pero no por falta de atractivo sino de novedad".

"Porque sólo allí donde el deseo se reprime estalla luego en plenitud la subversión. Ya lo dijo (Mariano José de) Larra: todo el año es Carnaval. Y siendo así, lo realmente fatigoso es perder de continuo la compostura. Y sin embargo, en medio de la crisis, ¿quién dice que no necesitemos otra vez este paréntesis de alegría y desenfreno, ante los rigores que a buen seguro aguardan el resto del año", ha continuado.

Así, ha concluido que "el futuro de esta celebración queda, pues, plenamente asegurado aunque sólo sea porque las cosas no van bien, porque en medio de ese panorama da algún consuelo", aunque ha lanzado un mensaje positivo al añadir que "a la bonanza en que hace poco se vivía releva hoy la apretura, antes de que regrese de nuevo la abundancia".

ENTIERRO DE LA SARDINA

El acto se ha desarrollado en el Patio de Cristales de la Casa de la Villa, hasta donde han acudido medio centenar de cofrades ataviados con sus tradicionales capas, sombreros de copa y velos negros, así como con sus estandartes y pendones.

Dado que muchos de los miembros de la Cofradía son comerciantes del Rastro de Madrid, el Testamento de la Sardina ha exhortado a los madrileños a visitar este espacio, comenzando por el ruego a los presentes de que hagan "buena promoción del Rastro del Cascorro".

El cofrade Pipe ha sido el encargado de leer el texto, en el que, tras realizar un recorrido por el mercadillo madrileño por excelencia, uno de los parroquianos de la zona pregunta a otro: "Oiga amigo, ¿quiénes son esos señores que están ahí, tan bien pintados, con esas capas tan negras y esa señora tan fina?". "¿De verdad no sabe usted quiénes son? Pues descúbrase, caballero, y oiga hablar a la cultura, que los que están ahí son Esperanza, Tomas Gómez, Lissavetzky y Gallardón, jugándose la elección", replica el otro.

Al finalizar la lectura del testamento, el vicepresidente de la Cofradía ha solicitado a Gallardón su "augusto permiso para que, con todos los beneplácitos, sea enterrada la sardina, víctima que ha sido del presuntamente pernicioso y antigubernamental vicio del fumeteo". "¡Qué le vamos a hacer, paciencia!", ha concluido. "Vayan, pues, a cumplir pronto su fúnebre cometido, que siempre expresó bien el sentido lúdico y buenhumorado de Madrid", ha replicado el primer edil.

Así, tras dar cuenta de un modesto ágape y bailar un rato en el Salón Goya de la Casa de la Villa, toda la Cofradía ha retomado su camino hacia la fuente de Los Pajaritos, en la Casa de Campo, donde han cumplido con la tradición y se han despedido de la sardina hasta el año que viene.