Tribunales.- Piden 43 años de prisión para el acusado del doble crimen a balazos del poblado Pozo del Huevo

Actualizado: lunes, 26 mayo 2008 15:57

MADRID, 26 May. (EUROPA PRESS) -

La Fiscalía de Madrid solicita 43 años de prisión para Manuel G.H., de 80 años, quien será juzgado mañana por la Audiencia Provincial de Madrid como presunto autor del asesinato a balazos de un matrimonio de etnia gitana el 3 de julio de 2001 en el poblado chabolista del Pozo del Huevo, en Villa de Vallecas.

El acusado, natural de Lugo, lideraba el clan de Los Gallegos, rival del clan de Los Mosqueteros, al que pertenecían los asesinados. Al parecer el doble crimen se debió a un ajuste de cuentas después de que uno de los hijos de Manuel falleciese en el transcurso de una reyerta contra Los Mosqueteros.

Al procesado, apodado 'El Tío', se le acusa de dos delitos de asesinato y otro de tenencia ilícita de armas. Además, el fiscal solicita una indemnización de 60.100 euros para cada uno de los cuatro hijos de la pareja asesinada, tres de los cuales presenciaron el brutal crimen.

Los hechos se produjeron pasada la medianoche del 3 de julio de 2001, cuando Emilio Montoya Borja y su esposa, Rocío Iglesias Muñoz, se dirigían al poblado en una furgoneta en la que viajaban tres de sus cuatro hijos. Manuel G.H., puesto de común acuerdo con José J.A., 'El Ñarro' --juzgado ya por estos hechos--, les esperaba en su chabola, situada en la calle Secundino Cuarzo.

Una vez que llegaron al lugar, el procesado intercambió un saludo con ellos y, a continuación, se lió a balazos con la pareja. El procesado remató al matrimonio a navajazos. La mujer sufrió 19 heridas por arma de fuego en diversas partes del cuerpo, mientras que su esposo recibió 9 disparos.

VECINOS DEL POBLADO

José J.A. era el marido de María del Pilar, la hija del acusado. Los tres vivían en una chabola contigua a la de los asesinados. Según las investigaciones, los tres participaron en el crimen. José J.A. ya ha sido juzgado por estos hechos.

Tras el asesinato, el procesado se dio a la fuga en su furgoneta. Cinco años después, la Policía portuguesa, en colaboración con la española, detuvo a Manuel G. H. en la localidad lusa de Soito.

Las armas de fuego utilizadas fueron una pistola de la marca FN modelo HP-35, una pistola modificada artesanalmente y una escopeta semiautomática, que estaba en perfecto estado de funcionamiento

En el registro de su domicilio se encontraron dos revólveres Taurus, uno 357 magnum y otro del calibre 32, así como una pistola Beretta de nueve milímetros. También se halló munición para las armas, dinero en metálico y 88 gramos de cocaína.