Actualizado 22/11/2008 16:30

Innova.- La Arrixaca prueba en peces cebra drogas que podrían evitar el crecimiento de tumores

Hallan un protocolo para estudiar el efecto del incremento o ausencia de determinadas proteínas en los mecanismos que dan lugar a un tumor

MURCIA, 22 Nov. (EUROPA PRESS) -

El departamento de Cirugía Experimental del Hospital Universitario Virgen de La Arrixaca de Murcia realiza un proyecto de investigación que utiliza el pez cebra como modelo para la identificación de drogas para combatir la tumorogénesis y la metástasis, según informó a Europa Press una de sus investigadoras y licenciada en Biología, Mónica Anchelin.

Este grupo, que dirige la doctora en Biología Maria Luisa Cayuela, utiliza el pez cebra porque ofrece muchas ventajas frente a los modelos clásicos, como el ratón, dado su pequeño tamaño y fácil mantenimiento, su alta tasa de reproducción (una hembra puede poner de 200 a 300 huevos por semana), y su rápido desarrollo, ya que alcanza la madurez sexual a los tres meses.

Además, a pesar de los 300 millones de años que separan el último antecesor común de peces y humanos, comparten muchos genes y los mecanismos que dan lugar a un tumor. De hecho, el pez cebra puede desarrollar tumores que muestran una histología muy similar a la de cualquier tumor humano, según Anchelin, que integra el grupo junto con la licenciada en Bioquímica, Francisca Alcaraz Pérez, y la Técnico en Anatomía Patológica y Citología, Maria Moreno Munuera.

Asimismo, el embrión y la larva son transparentes, por lo que los investigadores pueden, por ejemplo, introducir proteínas fluorescentes de colores en embriones de pez cebra y expresarlas en células concretas. Este es el caso del pez cebra transgénico que expresa la proteína verde fluorescente en las células endoteliales, que son las células responsables de la formación de los vasos sanguíneos.

"El resultado es que podemos visualizar in vivo el sistema circulatorio del pez utilizando la lupa", indicó Anchelin. Con este tipo de pez modificado, los investigadores del hospital de La Arrixaca pueden estudiar los tumores que, en ocasiones, inducen a los ejemplares de laboratorio.

Los tumores se forman cuando unas células del cuerpo sufren alteraciones (mutaciones) y se dividen sin control, envían señales específicas al cuerpo demandando oxígeno y nutrientes para seguir creciendo. En esta fase, el cuerpo induce la formación de nuevos vasos sanguíneos hacia el tumor.

Este proceso llamado angiogénesis permite el crecimiento del tumor, pero también posibilita la migración de células cancerígenas hacía otras partes del cuerpo, en el proceso denominado metástasis. Anchelin explicó que uno de los objetivos del equipo de La Arrixaca es hallar drogas anti-angiogénicas "que podrían reducir o inhibir la extensión de un tumor".

"Si tenemos suerte, con los embriones transgénicos donde todos los vasos sanguíneos se visualizan con fluorescencia, podremos identificar compuestos químicos que inhiban la formación de vasos sanguíneos con la simple observación de la disminución de la fluorescencia en los embriones".

En este sentido, matizó que la búsqueda de nuevos fármacos "se hará a gran escala", y que "si inhibes la formación de vasos en el tumor, las células tumorales morirán por falta de nutrientes".

Este proyecto comenzó hace tres años y prevé durar otros tres, al cabo de los cuales, el grupo espera publicar algunos resultados, aunque ya han publicado un protocolo nuevo para estudiar el efecto del incremento o ausencia de determinadas proteínas en los mecanismos que dan lugar a un tumor utilizando el gen de la luciferasa.

Sin embargo, el equipo de La Arrixaca no tiene sólo un modelo para estudiar la angiogénesis, sino que también estudian la evolución de leucemias, la formación de tumores en la piel, la identificación y localización de células madre y también el papel que juega la telomerasa en el cáncer.