El centro de radioterapia del Hospital de Navarra ha realizado desde el mes de octubre 1.177 tratamientos

Actualizado: jueves, 17 enero 2008 14:25


PAMPLONA, 17 Ene. (EUROPA PRESS) -

El nuevo centro de radioterapia del Hospital de Navarra ha tratado desde su inauguración, el pasado 29 de octubre, a 72 pacientes, que han recibido un total de 1.177 sesiones de tratamiento. Hasta el pasado 7 de enero sólo estaba puesto en marcha un acelerador para radiaciones y desde esa fecha ha comenzado a utilizarse el segundo.

El jefe del servicio de Radioterapia del Hospital de Navarra, Miguel Ángel Domínguez, y Anastasio Rubio, físico y responsable de las instalaciones del centro, ofrecieron esta mañana una rueda de prensa para hacer balance del funcionamiento del nuevo edificio, ubicado en el reciento del Hospital de Navarra, en sus tres meses de vida.

Según explicó Domínguez, está previso que el nuevo centro radioterapia dé tratamiento a unos 1.500 pacientes al año, de los que 1.200 recibirán radiación externa, la más habitual, y otros 300, diferentes técnicas. "El 60 por ciento de los pacientes de cáncer necesita recibir radioterapia en algún momento en el proceso de su enfermedad", señaló.

El jefe del Servicio de Radioterapia deseó tener disponible cuanto antes, los tres aceleradores para administrar los tratamientos. Si se cumplen los plazos previstos, el tercero estará en funcionamiento en el mes de marzo. En la actualidad, 48 pacientes están en tratamiento de radioterapia en el edificio antiguo y con la tercera máquina se podrán tratar en el nuevo edificio a la totalidad de los enfermos.

En febrero, además, Miguel Ángel Domínguez señaló que estarán en marcha en el nuevo centro tratamientos braquiterápicos, que consiste en situar las fuentes de radicación cerca o en contacto con el tumor mediante sondas y otros procedimientos que pueden requirir cirugía.

DIEZ VECES MAS

El nuevo centro de radioterapia ocupa en el recinto del Hospital de Navarra una superficie total de 4.100 metros cuadrados, diez veces más que el espacio de las antiguas instalaciones, y atenderá cuando esté a pleno rendimiento a 120 pacientes.

Las nuevas instalaciones han permitido incorporar tecnología punta. "Con el desarrollo tecnológico nos acercamos a esa meta de conseguir tratamientos de última generación, así se puede actuar exclusivamente sobre las células afectadas y se preserva el tejido de alrededor", explicó Anastasio Rubio.

El edificio cuenta con tres búnkeres equipados, dos aceleradores para las radiaciones, y se ha preparado un cuarto búnker previsto para una futura ampliación de estos equipos. Además, dispone de un equipamiento de simulación dotado de un TAC y de un simulador; un radioquirófano dotado de todo el equipamiento para llevar a cabo intervenciones de cirugía mayor y control de implantes en tratamientos de radioterapia intraoperatoria; una sala de braquiterapia para la aplicación de radiaciones de proximidad, y una gammateca o depósito blindado de los isótopos radiactivos.

En el centro se pueden recibir los tratamientos de radioterapia de intensidad modulada (IMRT), una técnica de alta precisión por la que es posible administrar dosis precisas a un tumor; radiocirugía, en la que la radiación opera como un bisturí sobre la zona enferma; radioterapia intraoperatoria, que se aplica durante una intervención quirúrgica convencional, y braquiterapia, que consiste en situar las fuentes de radiación cerca o en contacto con el tumor mediante sondas y otros procedimientos que pueden requerir cirugía.

Las sesiones se administran a los pacientes fraccionadamente, y suelen recibir una media de entre 30 y 35 sesiones, además de 10 sesiones para el tratamiento paliativo.

El proceso de planificación del tratamiento requiere un "tiempo estructural importante", destacó Anastasio Rubio. Al paciente hay que hacerle una reproducción virtual, contornearlo y someterle a imágenes de resonancia magnética PET ultrasonidos y fusionarlas.

Después, el oncólogo radioterápico tiene que contornear aquellas partes que quiere tratar y respetar aquellos órganos que no quiere que se vean afectados por la radiación. Tras ello, los radiofísicos distribuyen las dosis, el oncólogo decide el tratamiento y verifican que todo esté correcto para comenzar la terapia.

Por último, Rubio explicó que "actualmente el Consejo de Seguridad Nuclear ha cerrado la unidad de cobalto, con la que contaba el Hospital de Navarra, tras la puesta en marcha del segundo acelerador en la nueva unidad".