MADRID 16 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Tribunal Supremo no considera que su independencia se vea "perturbada" por las críticas y las presiones que está recibiendo entorno al proceso que se sigue contra el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, que tiene tres causas abiertas en este tribunal, y recuerda que todos los poderes del Estado deben "preservar el orden constitucional".
En una declaración adoptada hoy por unanimidad, la Sala de Gobiero del alto tribunal respondió así a las manifestaciones que se vienen sucediendo contra algunos de sus magistrados y que han generado "preocupación y tristeza" en el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
"La Sala de Gobierno del Tribunal Supremo, reunida para considerar recientes acontecimientos que afectan al Poder Judicial en España, no considera necesario adoptar acuerdo alguno, por estimar que el ejercicio independiente de su jurisdicción no resultará perturbado, y que corresponde a todos los poderes del Estado preservar el orden constitucional", reza el comunicado.
El pasado martes, la Comisión Permanente del máximo órgano de gobierno de los jueces aprobó un acuerdo en el que se rechazaban las manifestaciones que "de forma sistemática vienen produciéndose atacando la actuación jurisdiccional del Tribunal Supremo" por la causa que instruye contra el juez Garzón por investigar los crímenes del franquismo, al tiempo que advirtió que el "descrédito" que provocan hacia el Estado de Derecho "no resulta tolerable".
La Comisión Permanente del CGPJ reprobó "de manera especial" las manifestaciones realizadas ese mismo día durante un acto celebrado en la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense y organizado por los sindicatos CCOO y UGT por "personas que han ocupado destacadas responsabilidades en instituciones básicas del Estado".
Durante el acto de apoyo a Garzón, el ex fiscal anticorrupción Carlos Jiménez Villajero acusó a los jueces del Supremo de haber estado en el Tribunal de Orden Público (TOP) del franquismo y de haber sido "cómplices de torturas".