MADRID, 22 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de España ha condenado "enérgicamente" el asesinato perpetrado el martes en Birmania contra un empleado de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que conducía un coche destinado a la lucha contra el coronavirus.
En un comunicado, el Ministerio de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación ha trasladado las condolencias a los familiares y compañeros del fallecido y ha deseado la más pronta recuperación a un pasajero que también viajaba en el interior del vehículo atacado y que ha resultado herido.
En este sentido, el Gobierno ha reafirmado su "solidaridad y apoyo" a la labor de la OMS con la crisis del coronavirus. "Es esencial para acompañar los esfuerzos nacionales en la lucha contra la pandemia", ha recordado.
Así, ha pedido a "todas las partes" que se encuentren en conflicto en el mundo que "se adhieran al alto el fuego global solicitado por el secretario general de Naciones Unidas".
Por ello, Exteriores ha pedido, siguiendo la Resolución 2286 (2016) del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, la obligación prevista por el Derecho Internacional Humanitario de "respetar y proteger a todo el personal sanitario y el personal humanitario dedicado exclusivamente a misiones médicas". Esa protección, según el comunicado, también incluye los medios de transporte y equipo, los hospitales y otros establecimientos sanitarios.
"España reitera que la comunidad internacional debe seguir haciendo esfuerzos para lograr el desarrollo y cumplimiento efectivo de esta Resolución, incluida la adecuada atención a las víctimas y la investigación de estos ataques", concluye.
El martes se informó de un ataque en la localidad de Minbya contra el vehículo de un conductor que trabajaba para la OMS, en el que también viajaba un pasajero, que transportaba muestras recogidas de casos sospechosos de coronavirus. El vehículo llevaba visible el logotipo de la organización internacional.
El periódico estatal 'Global New Light of Myanmar' ha culpado del ataque a los separatistas del Ejército de Arakán, mientras que esta organización rebelde ha responsabilizado a las Fuerzas Armadas birmanas. La ONU, por su parte, ha dicho que va a "buscar más información sobre las circunstancias de este incidente".
