Cree que para estabilizar los mercados hará falta una respuesta europea más amplia, porque por el momento ha sido "tímida"
MADRID, 12 (EUROPA PRESS)
La ministra de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Arancha González Laya, ha afirmado este jueves que, ante el brote de coronavirus, "la discusión presupuestaria tendrá que adaptarse a la realidad", en el sentido de que hay "una necesidad de gasto para responder a los problemas" que se van a generar en sectores como las pymes o el turismo.
Además, también ha dejado claro que "aquí nadie está hablando de bajar impuestos", sino de aprobar moratorias y aplazamientos para no "ahogar a las empresas que tienen dificultades de tesorería" por la caída de la demanda.
La ministra ha destacado que hay que combinar las medidas de corto plazo con las de medio y largo plazo, a corto plazo "medidas necesarias para no ahogar la economía" y a medio y largo plazo proseguir con "la senda de más justicia fiscal".
Según ha dicho, en el hecho de que los Presupuestos deben adaptarse a la realidad "el Gobierno está y va a estar unido" y es consciente de que las medidas que se tomen tendrán impacto fiscal.
Eso sí, ha dejado claro que no todas las medidas se adoptarán a través del Presupuesto español, sino que habrá una parte que vendrá por el aumento de liquidez por el Banco Central Europeo (BCE) y otra de fondos europeos a disposición de España.
En esa línea, ha remarcado que "será necesario darle más amplitud a la respuesta europea" para hacer frente al impacto económico del coronavirus, porque por el momento "los merados europeos están respondiendo con timidez a la tímida respuesta europea".
Según ha dicho, la UE, que ha aprobado un paquete de medidas procedentes de los fondos estructurales, ya dejó claro que es una "respuesta inicial y que habría espacio para nuevas medidas", así que ha confiado en la reunión del BCE este jueves y en el próximo encuentro de los ministros de Economía y Finanzas.
González Laya ha reconocido que "se puede mejorar la coordinación" entre los socios europeos y "dar más amplitud a la respuesta financiera" porque solo así se dará confianza a los mercados: "Hay que aprender un poquito de las lecciones de la crisis de 2008 y 2009 y las respuestas puramente nacionales o nacionalistas no sirven, no son eficientes".
"No podemos repetir los errores de aquella crisis, lo que nos va a ayudar a manejar la crisis es una concertación de esfuerzos con magnitud suficiente para calmar las inquietudes", ha dicho, llamando a medidas incluso "más allá de Europa, a nivel global", por parte del FMI y de los bancos centrales, para calmar la economía mundial.
Con todo, no ha querido expresar ninguna queja hacia otros socios europeos por la falta de ambición o coordinación, porque cree que en la UE "hay una evolución" y ya se está hablando de cambios en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento para que los gastos en sanidad no supongan superar el objetivo de déficit.
