Bildu dice que el Gobierno UPN-PSN es "quizá el más reaccionario de las últimas décadas"

Bakartxo Ruiz Y Maiorga Ramirez.
EUROPA PRESS
Actualizado: jueves, 30 junio 2011 15:15

PAMPLONA, 30 Jun. (EUROPA PRESS) -

Bildu ha criticado que el Gobierno de coalición UPN-PSN es "quizá el más reaccionario de las últimas décadas" y ha mostrado su preocupación por áreas "especialmente sensibles" como educación y salud, al frente de las cuales estarán José Iribas y Marta Vera, respectivamente.

El portavoz de Bildu en el Parlamento foral, Maiorga Ramirez, ha señalado que el "principal objetivo" del acuerdo UPN-PSN es "cerrar las puertas a la posibilidad del cambio político y social demandado por la mayoría social en Navarra". Y ha manifestado, en rueda de prensa, que el Gobierno de coalición es un "suma y sigue de las políticas conocidas", una "continuidad y acentuación de la política neoliberal de las últimas décadas".

Ha anunciado Ramirez que la actividad parlamentaria de Bildu consistirá en "poner en evidencia" del "fracaso del modelo de la derecha" y en "proponer medidas para dar respuesta a las necesidades reales de la ciudadanía".

Según ha indicado Maiorga Ramirez, "poner a Bildu como razón para justificar su vergonzoso acuerdo de Gobierno no es sino una burda excusa que pretende esconder la esencia de un pacto reaccionario y de derechas", ha indicado.

El parlamentario abertzale, que ha criticado la intervención de Carlos Salvador (UPN) en el Debate sobre el Estado de la Nación, ha indicado que "si pretende ilegalizar la apuesta por la paz y la normalidad política se va a encontrar con una sociedad que tiene claro que el ciclo del discurso ventajista de UPN se ha acabado y que el futuro pasa por el compromiso de todos los agentes políticos porque el proceso es imparable".

"DE PIES Y MANOS"

La también portavoz de Bildu en el Parlamento Bakartxo Ruiz ha señalado que el acuerdo de Gobierno "ata de pies y manos" al PSN "para realizar la más mínima oposición política institucional". "En el Parlamento será visible la mera continuidad del nuevo Gobierno, que a su vez estará sometido a la mano de hierro de Yolanda Barcina y UPN", ha censurado.

En su opinión, "la vida política e institucional de Navarra, en vez de asentarse sobre fundamentos de voluntad popular quedará atada no sólo a los estrechos y rancios marcos impuestos por la Constitución y el antidemocrático Amejoramiento sino a los exclusivos intereses de una reaccionaria UPN y a un servil y pesebrero PSN".

Ruiz, que ha señalado que "seguirán siendo desatendidas y menospreciadas" las acampadas del 15-M, ha rechazado que en materia de fiscalidad "sólo se anuncia la reducción progresiva del impuesto al capital". "Se seguirá exprimiendo el bolsillo de la gente de a pie para engordar el de la banca y los grandes especuladores", ha dicho.

Maiorga Ramirez ha rechazado, además, que el Ejecutivo "anuncia un nuevo plan cementero asentado en el derroche y el despilfarro". "En Navarra, en vez de revisar la construcción de múltiples proyectos, el Gobierno pretende asentar en exclusiva la construcción del TAV y el Canal de Navarra como únicas apuestas inversoras, con la guinda del pastel con el Pabellón Arena y el Museo de los Sanfermines", ha señalado.

Ha criticado así que "el dinero que se precisa para atender las necesidades sociales más básicas como educación y salud o atenciones sociales va a ser puesto al servicio de las grandes constructoras y cementeras".

En este sentido, Bakartxo Ruiz ha indicado en políticas sociales "aparecen las grandes líneas de una apuesta privatizadora que ya se ha iniciado en educación y se pretende reforzar en Osasunbidea y bienestar social". "Se trata de una clara apuesta por un deterioro consciente de los servicios públicos", ha expuesto.

Ruiz ha criticado asimismo "más marginación" a la política lingüística. "Ni una sola medida concreta, ni una mención al derecho de los navarros a poder estudiar y vivir en euskera", ha indicado.

Según Maiorga Ramirez, "lo que se afirma como una importante apuesta por la austeridad, reducción en un 15 por ciento de los cargos de libre designación, no deja de ser un enorme sarcasmo". A su juicio, "haría falta una reducción cercana al 50 por ciento de los mismos". Y ha apostado por una "profunda y radical" reforma de la Administración.