El alcalde y miembros de la Corporación han homenajeado a Redón en un acto que ha contado con la presencia de su viuda, María Castiella
PAMPLONA, 31 Ene. (EUROPA PRESS) -
El alcalde de Pamplona, Enrique Maya, acompañado por otros miembros de la Corporación Municipal, ha asistido este lunes a la colocación de la placa conmemorativa en homenaje al arquitecto pamplonés Fernando Redón en el paseo que lleva su nombre. Al acto han asistido su viuda, María Castiella, y su hija Elisa, además de otros familiares que viven actualmente en Pamplona.
En su intervención, Maya ha querido destacar la "valía" tanto profesional como "humana" de Redón, que ha calificado como "uno de los arquitectos españoles más destacados de su tiempo". Tras considerar que "no son muchas las personas que han dejado tanta huella", ha remarcado que gran parte de los edificios "más emblemáticos" de la ciudad "llevan su firma".
"Dicen que es difícil ser profeta en tu tierra, pero él lo ha conseguido, y de qué manera", ha afirmado el alcalde, que ha destacado la importancia de que este paseo que lleva su nombre "recuerde y reconozca su imborrable huella".
Por su parte, la viuda del arquitecto, María Castiella ha destacado la ubicación del paseo, que se encuentra entre los que fueron dos grandes "hitos" en la vida de su marido, como son la Casa de la Misericordia y la casa situada situada al otro lado del paseo. "Su ciudad ha hecho bueno aquel dicho de 'Amor, con amor se paga'", ha afirmado, tras asegurar que, aparte de ser un "buen profesional", Redón fue una persona "muy difícil de olvidar y repetir".
FERNANDO REDÓN
El paseo peatonal, situado junto a la Casa de Misericordia, es un homenaje a la figura de este profesional que formó parte de la junta directiva de esta entidad y que dirigió la Institución Príncipe de Viana, asesoró al Ministerio de Cultura, fue profesor de Proyectos en la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Navarra y formó parte y presidió el Consejo Social de la Universidad Pública de Navarra.
Nacido en la calle Carlos III en el año 1929, falleció en 2016. Trabajó en los inicios de la reurbanización del Casco Antiguo y llevan su firma algunos de los edificios "más relevantes" de Pamplona. Así ocurre, por ejemplo, con la casa de Felipe Huarte; las viviendas de Las Hiedras, en la avenida de la Baja Navarra; las Torres de Huarte o la Torre de Erroz. Y también con otros como el Club de golf de la Ulzama, el centro de rehabilitación Elcano, la Clínica Ubarmin o el pabellón de Navarra en la Expo 92 de Sevilla.
Formado en las escuelas superiores de Barcelona y Madrid, compaginó la arquitectura con la fotografía y la pintura. Y dejó como legado numerosas publicaciones, de enorme calidad, sobre la naturaleza, el arte y el patrimonio navarros. Su trayectoria profesional le hizo merecedor, en el año 2004, del premio Príncipe de Viana de la Cultura.
La placa colocada hoy "culmina el homenaje" a este arquitecto, que también fue fotógrafo, pintor y editor de publicaciones artísticas, ya que la asignación nominativa de calles, plazas y monumentos de la ciudad "permite honrar y reconocer a personas y entidades por su contribución a la ciudad y su relevancia profesional".
