MADRID, 1 Jun. (Portaltic) -
La división de la policía china encargada de controlar los contenidos en Internet ha anunciado la creación de su propia cuenta en redes sociales para investigar delitos cibernéticos, como ha explicado el Ministerio de Seguridad Pública del país.
Esta división del cuerpo de policía chino estará presente en 50 localidades, incluidas tanto metrópolis como Beijing y Shanghai, así como ciudades pequeñas y pobres como Bijie, en la provincia de Guizhou, sureste de China, como ha informado Reuters. Allí, se establecerán oficialmente sus propias cuentas en servicios de redes sociales populares, como Weibo y WeChat.
Los equipos de ciberpolicía, que trabajarán las 24 horas de los siete días de la semana, se encargarán de detectar "información ilegal y perjudicial en Internet, disuadir y prevenir los ciberdelitos, así como las palabras y actos inapropiados en la red, publicarán informes de casos y atenderán las denuncias del público", han explicado desde el Ministerio.
En estas cuentas se enviarán advertencias a cibernautas que estén cometiendo actos ilícitos en la red, que en China pueden ser desde la difusión de un falso rumor a nombrar temas de derechos humanos sensibles para el régimen. También perseguirán el fraude, la pornografía, la venta de drogas y de armas y las apuestas 'online', entre otros delitos.
"Al igual que en el mundo real, las violaciones a la ley en el ciberespacio no dejarán de ser castigadas", han añadido desde el Ministerio. Los crímenes convencionales se están practicando cada vez más a menudo en la red, lo que está representando "un importante desafío para luchar contra los crímenes en el ciberespacio".
China, que dispone de la mayor población de usuarios de Internet con 649 millones de personas, tiene bloqueadas las páginas web más populares del mundo, como YouTube, Google, Facebook o Twitter, lo que ha fomentado que las empresas tecnológicas autóctonas hayan desarrollado sus propias herramientas en mandarín, como la mencionada Weibo (red social de 'microblogging' similar a Twitter).
Ya han surgido detractores que ven estas nuevas medidas, como una forma de establecer, aún más todavía, un mayor control ideológico y financiero en los contenidos de las redes sociales.
