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MADRID, 21 Dic. (Portaltic) -
Una asociación de consumidores de Francia ha puesto una demanda a Valve, la compañía tras la plataforma de Steam, porque la prohibición de revender los juegos del servicio no se adecua a las leyes de la Unión Europea.
Valve es, actualmente, la plataforma digital de compra y disfrute de videojuegos más importante para ordenador. En esta plataforma, la reventa de juegos no está permitida por el hecho de que son compras digitales y no físicas, punto al que ha querido apelar la asociación para hacer válida su denuncia.
UFC-Que Choisir, la asociación en cuestión, ha presentado su escrito ante el Tribunal Superior de París y argumenta que 12 de las cláusulas de usuario del servicio son injustas y contradicen a la legislación de la UE. A la asociación le preocupan dos puntos: que Valve no permita volver a convertir el dinero de la compra de juegos en dinero real y que la empresa se absuelva de toda responsabilidad legal a través de dichas clausulas, según recoge el medio PC World.
Entre los detalles que se encuentran en el contrato con el usuario, Valve se declara como no responsable en casos de ataques o de robos de cuentas – 77.000 cuentas son 'hackeadas' mensualmente, según la propia compañía -, pero también se reserva el derecho de cambiar los términos y condiciones del contrato de forma unilateral, de modo aquellos clientes que no tengan interés en los cambios o no estén de acuerdo, tienen como única salida el cierre total de la cuenta, perdiendo, así, todos sus juegos y el consiguiente dinero invertido en ellos.
La asociación considera, a parte de que las clausulas nombradas son realmente preocupantes, que el impedimento en la conversión monetaria del contenido de la cuenta en dinero contante y sonante es injusto, ya que dicho contenido se adquiere con dinero real, por lo que debería poder realizarse el proceso inverso, es decir, el de venta de los títulos.
UFH-Que Choisir ha pedido que sus quejas lleguen al Tribunal de Justicia de la Unión Europea para que este declare si tiene razón o no conforme al hecho de que, en Europa, la reventa de software es completamente legal (libros electrónicos o música de plataformas digitales), según el medio ya citado. Valve, por su parte, se ampara en que las compañías de videojuegos no consideran que esta normativa se deba y pueda aplicarse a sus productos: para ellos, no se está vendiendo una copia del juego, sino que simplemente se vende el derecho de utilizarlo.
