Martínez Camino, sobre la muerte digna: "La vida no es una propiedad cualquiera"

Juan Antonio Martínez Camino
EUROPA PRESS
Actualizado: jueves, 30 junio 2011 15:31

MADRID, 30 Jun. (EUROPA PRESS) -

El portavoz y secretario general de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Juan Antonio Martínez Camino, ha criticado el proyecto de Ley reguladora de los derechos de la persona ante el proceso final de la vida o Ley de Muerte Digna porque la vida "no es una propiedad cualquiera, es un bien indisponible" y porque "no consigue tutelar la dignidad de la persona justo en el momento en que termina su vida temporal".

En declaraciones a la Cadena COPE recogidas por Europa Press, Martínez Camino ha afirmado que la CEE no está de acuerdo con esta norma porque "no consigue tutelar esta dignidad con el menor sufrimiento posible para la familiar" debido a que parte de unos presupuestos que "son poco aptos para obtener buenos resultados". Concretamente, se ha referido al hecho de que "se piensa como si la persona que se encuentra al final de su vida en el tiempo y la historia fuese el dueño absoluto de su vida y pueda decir con respecto a su vida lo que pueda decir sobre una finca que tiene en la sierra".

Para el portavoz de la CEE, "esta es un poco la filosofía de vida y cuando se parte de ella no se protege bien la dignidad de una persona porque la que piense esto está un poco en contradicción con su propia dignidad debido a que se olvida de una cosa, que es que Dios da la vida". Martínez Camino, que ha expresado que sería "muy bueno que se consiguiera tutelar bien la dignidad de las personas" al final de su vida, ha criticado que uno de los rasgos de esta ley es que "otorga al paciente una autonomía absoluta, puede hacer lo que quiera incluso en contra de la buena opinión del médico".

Según ha denunciado Martínez Camino, "esto no ayuda a defender la dignidad y el derecho a la vida de las personas débiles", al tiempo que ha añadido que la ley "no contempla que se pueda pedir a alguien que ayude a quitar la vida a una persona o pedir al médico un cóctel, como sucede en algunos países en Europa, que es la eutanasia por acción de envenenamiento". Sin embargo, ha asegurado que el texto "abre la puerta a conductas eutanásicas porque no quedan claros algunos aspectos".

Además, ha defendido que "no se pueden dejar las decisiones sobre la voluntad de la persona en manos de los poderes anónimos" y ha calificado a esta norma de "absolutamente ambigua" en este sentido. De hecho, Martínez Camino ha asegurado que la Ley de Autonomía del Paciente, de 2002, "es mejor".

Esta nueva ley, según Martínez Camino, suprime "expresamente el límite de el buen hacer médico" con respecto a qué puede pedir el médico, que sí se recoge en la Ley de autonomía del paciente, "aunque sin querer llegar a ser una ley eutanásica". En este sentido, ha destacado que el médico también tiene el derecho de que no se le impongan actuaciones contrarias al buen criterio médico, que es cuidar la vida "adecuadamente".

Finalmente, ha afirmado que "no existe contradicción" entre la declaración de la CEE sobre la Ley de la muerte digna y las declaraciones del presidente de la CEE, Antonio María Rouco Varela, cuando afirmó que en una primera impresión y sin haber leído el anteproyecto de ley, parecía que no era una ley de eutanasia, según lo que le dijeron algunos de sus colaboradores.