¿Qué es la terapia EMDR en psicología?

EMDR
EUROPA PRESS
Actualizado: miércoles, 19 junio 2019 17:38

Entrevista María Cervera, Psicóloga, Clínico y Supervisora EMDR Europa

1.- ¿QUÉ SIGNIFICAN LAS SIGLAS EMDR?

Las siglas significan Desensibilización y Procesamiento por Movimiento de Ojos (Eye Movement Desensitization and Reprocessing). Es un abordaje terapéutico en el campo de la neuropsicología, que se ha demostrado muy eficaz para personas que han sufrido hechos o situaciones traumáticas.

2.- ¿QUÉ ES UN TRAUMA?

El trauma es el resultado de la exposición a un acontecimiento estresante que sobrepasa los mecanismos de afrontamiento de la persona. Cuando las personas se sienten demasiado sobrepasadas por sus emociones, los recuerdos no pueden transformarse en experiencias narrativas neutras.

Durante un trauma, lo que experimenta la víctima queda encapsulado en una parte del cerebro sin poderse elaborar, por lo que lo que esa experiencia, lo que ha visto y sentido, olido, pensado, queda en el presente y cada vez que exista un disparador, por ejemplo un olor, un ruido o cualquier cosa que le recuerde al hecho traumático, puede hacer que la persona vuelva a experimentar en el presente lo que vivió hace años.

¿Cómo superar un trauma?

Con EMDR hacemos posible la elaboración de esa experiencia, que el cerebro la metabolice, de modo que quede como una experiencia desagradable pero en el pasado. Un paciente dijo después del tratamiento "duele, pero ya no hiere".

3.-¿CÓMO SURGE EL EMDR?

La doctora y científica Francine Shapiro fue diagnosticada de cáncer en 1979 cuando finalizaba sus estudios. Decidió entonces dedicarse a estudiar los procesos psicológicos que influyen en la salud. En 1987, de forma casual, paseando por un parque, se dio cuenta que cuando se sentía abrumada por los sentimientos movía de forma rítmica los ojos de un lado al otro de la cara, y esto calmaba sus sentimientos. A partir de ahí comenzó a experimentar primero en sí misma, luego con amigos y familiares y luego con veteranos de guerra.

4.- ¿PARA QUÉ PATOLOGÍAS SE RECOMIENDA SU UTILIZACIÓN?

Es una terapia muy potente que requiere del terapeuta una formación en otros campos de la neuropsicología. Es muy indicada para el tratamiento del trauma. Nosotros diferenciamos entre trauma simple y trauma complejo.

Una persona con trauma simple podría ser un chico joven, sin ninguna patología previa, que se encuentra estudiando su curso y que sufre un accidente de coche con algunas secuelas físicas (por ejemplo, la rotura de las dos piernas) y que desarrolla un Trastorno por Estrés Postraumático a partir de ese accidente.

Pasados unos meses y recuperado físicamente sigue teniendo  insomnio, es incapaz de salir de casa solo, se niega a montarse en cualquier medio de transporte (tren, coche, autobús...), se ha vuelto más irritable, tiene miedo a los ascensores, puede seguir teniendo imágenes del accidente de vez en cuando... Este  paciente (un caso real) en pocas sesiones, 4 o 5, puede volver a ser el de antes, sin ninguna sintomatología, incluso volver a montarse en el coche sin experimentar angustia alguna.

El trauma complejo, como su nombre indica, tiene muchas más ramificaciones. Por ejemplo, una persona que ha padecido múltiples traumas o traumas reincidentes, por ejemplo, un soldado que ha estado en el frente viendo y viviendo situaciones traumáticas día tras día, o un adulto que en su niñez ha sido maltratado, o una mujer que sufre malos tratos...

Todos estos pacientes requieren de una terapia a largo plazo en el que EMDR será nuestro abordaje terapéutico, pero sólo cuando el paciente esté suficientemente preparado para ello. Por ser tan potente el EMDR tenemos que tener mucho más cuidado en su utilización. Yo lo comparo con un bisturí eléctrico en una operación del cerebro. Hay que tener mucha preparación e ir muy despacio cuando sabes que una ligera desviación puede causar mucho dolor o daño irreparable.

5.- ¿EN QUÉ CONSISTE EL TRATAMIENTO?

Te cuento un caso concreto de un pasajero que tuvo un aterrizaje forzoso. La situación que vivió fue muy traumática porque pensó que iba a morir. Durante más de 3 meses este hombre había desarrollado los síntomas que antes hemos mencionado: sueños  y pesadillas, malestar psicológico intenso al recordar el acontecimiento, esfuerzos para evitar pensamientos, sentimientos o conversaciones sobre el accidente, hipervigilancia, respuesta exagerada de sobresalto, dificultades para concentrarse.

Algunos de nuestros lectores pueden estar identificando síntomas que ellos mismos tienen en este momento. Durante el procedimiento le pido al cliente que traiga a la sesión el recuerdo, pesadilla, o imagen más impactante, las sensaciones corporales que le provoca y los pensamientos que tiene.

Posteriormente le pido que trate de seguir el movimiento de mis dedos para poder estimular bilateralmente los dos hemisferios de su cerebro -puede ser estimulación de ojos, táctil, mediante pequeños golpecitos en las manos o auditiva-, de tal forma que se estimula la red donde se quedó atrapado el recuerdo y se inicia un nuevo procesamiento.

Esto permite que se pueda buscar información de otras redes neurológicas donde la persona puede encontrar lo que necesita para comprender lo que pasó.

Estas dos redes, donde está el trauma y donde está la información útil, se unen formando un procesamiento acelerado de la información. Cada serie de movimientos sigue liberando la información perturbadora y permitiendo la adaptativa hasta que los pensamientos, sentimientos, imágenes y emociones hayan sido disipadas y reemplazadas espontánemente por otras positivas.

Durante la fase REM del sueño (Rapid Eye Movement), de rápidos movimientos oculares, el cerebro procesa la información del día almacenándola en el banco de datos cerebral. Al provocar estos movimientos estamos ayudando al cerebro a procesar la información traumática.

Puede resultar un poco lioso de explicar, pero lo imporante es que este hombre en una sola sesión pudo elaborar toda esta situación traumática y aunque tenía programadas cuatro sesiones más no fue necesario seguir el tratamiento porque todos los síntomas habían remitido.

6.- ¿TIENE ALGÚN ASPECTO NEGATIVO O EFECTO SECUNDARIO?

Es un abordaje muy potente por lo que hay que tener mucho cuidado en cómo utilizarlo y cuándo. Algunos terapeutas lo han empleado sin tener en cuenta la fragilidad del paciente y esto puede provocar que no quieran volver a utilizarlo.

Es como querer curar una herida abierta volcando una botella de alcohol. Es demasiado doloroso para el paciente y aunque el alcohol no le va a hacer daño, el paciente no va a querer seguir con ese médico. Con los años hemos aprendido que antes de trabajar el trauma es fundamental aportarle a la persona herramientas de estabilización que le hagan sentir seguro para que pueda posteriormente acceder a la herida.

El éxito de la terapia reside en que el paciente siempre sepa que es él quien tiene el control y que le iremos acompañando a su ritmo y cuando esté preparado. Le vamos a dar herramientas que supongan una pequeña anestesia para afrontar el dolor.

María Cervera

Correo: maria@emdrexpertos.com  

Web: http://emdrexpertos.com/