Ginebra, no es solo una bebida

Le Jet d'Eau STSwissImage.
CEDIDA
Actualizado: viernes, 19 julio 2013 20:17

Por Sandra Borraz

Calificada como Ciudad Internacional por ser la sede de numerosas organizaciones mundiales, Ginebra combina el lujo de sus tiendas con una amplia oferta cultural, paisajes excepcionales y un festival de sabores internacionales.

CAPITAL DE LA PAZ

La Estación central de Cornavin es la terminal de la red ferroviaria francesa y el mejor recurso para llegar a la ciudad desde el aeropuerto.

Es interesante saber que en la sala de recogida de equipajes del aeropuerto hay una máquina en la que se puede coger el billete 'Unireso' para viajar gratis en cualquier medio de transporte de Ginebra durante 80 minutos. Y, en caso de alojarse en un hotel, hostal o camping de la ciudad, este le ofrecerá la 'Geneva Transport Card' que le permitirá utilizar el transporte gratis durante su estancia.

Entre los servicios que pueden encontrarse en la Estación destaca una agencia de alquiler de bicicletas que abre todos los días, una oficina de información sobre el sistema de transporte ginebrino y una casa de divisas.

Además, se encuentra ubicada a tan sólo 400 metros del Lago Lemán y a escasos metros de la Basílica de Notre Dame, de estilo gótico e inspirada en la famosa catedral francesa de Notre Dame de Amiens.

El símbolo más característico de Ginebra es Le Jet d'Eau, una fuente de agua en medio del Lago Lemán que alcanza los 140 metros de altura.

Para disfrutar de las vistas y de la experiencia se puede coger un barco-taxi amarillo para cruzar de un lado a otro del lago o bien, se pueden hacer diferentes cruceros a otras ciudades, siempre y cuando la temporada y las condiciones meteorológicas lo permitan.

En el margen derecho del Lago se encuentra el Puerto de Pâquis. Si desde allí se continúa caminando por el paseo se adentrará en el distrito internacional. Atravesando el Jardín Botánico, más de 200 organizaciones se concentran en torno a la Place des Nations (Plaza de las Naciones) y la imponente Sede Europea de las Naciones Unidas (O.N.U.).

En la Avenue de la Paix (Avenida de la Paz) el Museo de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja muestra la emotiva y dramática historia del movimiento humanitario que Ginebra ha vivido desde 1863.

ARTE, CULTURA Y NATURALEZA

Cruzando el Lago por el Puente Mont Blanc llegamos al Jardín Anglais, donde se encuentra el Horlogue Fleurie (Reloj de Flores). Unas 6500 flores dibujan la forma de un reloj que da la hora de Suiza con precisión y que contiene la aguja del segundero más larga del mundo, 2,5 metros de largo.

En este margen del río se encuentra también el Casco Viejo de la ciudad, dominado por la Catedral de Saint Pierre. Además de ser el lugar de culto protestante por antonomasia, merece la pena subir los 157 escalones de las torres para disfrutar de una espectacular panorámica de Ginebra.

No muy lejos, en la elegante Place Neuve (Plaza Nueva) podemos encontrar el Museo Rath, el Gran Teatro, el Conservatorio de Música y la entrada a la Promenade des Bastions (Parque de los Bastiones).

En este último se encuentra el Muro de los Reformadores, un monumento de estatuas gigantes y bajorrelieves dedicado a los reformadores protestantes más importantes de Europa.

Ya se sabe que Suiza es sinónimo de navajas, relojes y bancos. Como curiosidad, junto al Parque de los Bastiones se puede pasear por el Treille Promenade (Paseo de Treille). Se trata de un sendero en el que se encuentra el banco más largo del mundo, 120 metros de largo, con vistas al Lago Lemán.

Al otro lado y ya en el barrio de Tranchées, el Museo de Arte e Historia cuenta con más de 7000 piezas, desde hallazgos prehistóricos hasta pinturas contemporáneas.

Desde aquí puede acercarse hasta la Iglesia Ortodoxa Rusa y admirar sus doradas cúpulas.

A vista de pájaro, los más de 50 parques y jardines que otorgan tranquilidad y calidad de vida a la ciudad la cubren de verde.

Uno de los más grandes y destacables se sitúa en frente del Puerto de Eaux-Vives. El Parque de la Grange es un majestuoso jardín con más de 200 variedades de rosas distribuidas entre terrazas, estanques y pérgolas.

Mientras que al otro lado de la ciudad, el Parque Bois de la Bâtie puede considerarse el principal pulmón de la ciudad. Por encima del río Arve, emerge un bosque de 30 hectáreas en el que habitan muchas de las especies en peligro de extinción de la región y un campo de juegos enorme para los niños.

TODO UN LUJO

Entre las múltiples actividades que ofrece la ciudad, no pueden faltar las compras.

De la moda a la joyería, la Rue de Rhône (Calle de Rhöne) concentra los escaparates más asombrosos de relojes famosos y marcas de lujo que suelen tener sus propias boutiques