Hace menos de un año sufrió otro fallo informático y un apagón energético en mayo de 2017
MADRID, 7 Ago. (EUROPA PRESS) -
Los clientes de British Airways (BA) afectados por retrasos y cancelaciones a causa del fallo informático en el sistema de facturación de la aerolínea "tienen derecho a ser compensados", recuerda la plataforma especializada en reclamaciones AirHelp, que critica que "no ha informado a los pasajeros" sobre sus derechos.
Según la ley europea, si un vuelo se retrasa más de tres horas, se cancela o se deniega el embarque, los pasajeros tienen derecho a una compensación económica de hasta 600 euros si la causa de la interrupción está bajo el control de la compañía aérea, ha señalado AirHelp en una nota.
En este caso, las aerolíneas están obligadas a cumplir con estrictos procedimiento de seguridad, por lo que los problemas técnicos deben ser identificados durante los controles y el mantenimiento rutinarios. En los casos en los que la interrupción haya sido causada por la compañía aérea, los pasajeros pueden reclamar hasta 600 euros.
BA, que no ha cuantificado el volumen de vuelos y viajeros afectados, ha comunicado que está trabajando para solucionar cuanto antes el fallo técnico del sistema de facturación y embarque, que no afecta a todos los aeropuertos. Por el momento, está realizando el proceso de 'check in' de manera manual y ha pedido disculpas a todos sus clientes a través de su cuenta de Twitter.
NO ES LA PRIMERA VEZ.
Para los clientes que vayan a realizar vuelos de corto radio desde los aeropuertos de Heathrow, Gatwick y London City, BA ofrece la posibilidad de cambiar los billetes para otro día. Además, les recomienda que comprueben el estado actual de sus vuelos a través de la web y que acudan con tiempo suficiente a los aeropuertos.
No es la primera vez que la aerolínea británica que lidera el español Álex Cruz se enfrenta a este tipo de dificultades. Hace poco más de un año, BA se vio obligado a cancelar vuelos en Heathrow después de problemas con el sistema informático de un proveedor.
En mayo de 2017, un apagón en la fuente de alimentación de Boadicea House, uno de los dos centros de datos en las inmediaciones del aeropuerto de Heathrow, por un fuerte aumento en la tensión produjo un fallo en sus sistema que afectó a 75.000 viajeros de la aerolínea británica.
Tras una investigación realizada por la compañía, IAG respaldó la gestión de realizada por BA que negó las críticas del sindicato GMB respecto a que el apagón podría haber sido evitado si la aerolínea no hubiera decidido externalizar puestos de trabajo de su departamento informático a India.
