VILCHES (JAÉN), 28 Jul. (EUROPA PRESS) -
Los trabajos de investigación arqueológica que la Universidad de Jaén (UJA) está realizando en el yacimiento de Giribaile, en el término jiennense de Vilches, han experimentado un "avance" gracias a la labor de la quincena aproximada de voluntarios que han tomado parte de un Campo de Trabajo Internacional que se ha desarrollado hasta este domingo en el mismo.
Así lo ha señalado este lunes a Europa Press el director del equipo de investigación del Centro Andaluz de Arqueología Ibérica (CAAI) encargado de estos trabajos de excavación, Luis María Gutiérrez, que ha detallado que entre las personas que han participado en dicho Campo Internacional de Trabajo ha habido cuatro procedentes de Rusia, tres de Italia, dos de España y una de Alemania, Bélgica, Francia y Holanda.
El también profesor de la UJA ha valorado el resultado de la experiencia, que ha calificado de "interesante" y que se ha diferenciado de la que se ha vivido con otro grupo de voluntarios procedentes fundamentalmente de Vilches que formaron parte de un grupo de trabajo de carácter local que también actuó en el yacimiento.
Con el trabajo de los participantes del Campo de Trabajo Internacional "se ha podido recuperar parte de una cisterna romana", y se han continuado "trabajos de lavado de materiales", según ha apuntado Gutiérrez, que ha detallado además que también se ha seguido retirando y eliminando tierra de sedimentos hallados en el yacimiento para descubrir "lo que no se ve" a primera vista con la tierra que los cubre.
Se trata de "una información bastante importante y de utilidad" porque orienta a la hora de inferir el origen de dichos sedimentos, según ha confirmado el referido investigador, que ha explicado que estos trabajos que se están llevando a cabo en el Giribaile se enmarcan en un proyecto de investigación programado para seis años, de los que la Junta de Andalucía financia cuatro a través de la Consejería de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo.
Actualmente está cerca de finalizarse el primer año de este proyecto, según ha apuntado Gutiérrez, que ha indicado que éste se ha centrado fundamentalmente en labores sobre el terreno, de modo que el próximo año se orientará más a tareas "de laboratorio" para analizar en él la información recabada en el trabajo de campo.
Antes de dar por concluido este primer año de trabajos se van a terminar unas tareas pendientes a la vuelta del verano para "completar el objetivo" marcado, según ha indicado el director del equipo que realiza estas labores.
Giribaile está en la confluencia de los ríos Guadalimar y Guadalén, ocupa una meseta que destaca en el entorno y domina una gran vega, y en su momento mantuvo una estrecha relación con el centro neurálgico de Cástulo, los santuarios de Castellar y El Collado de Los Jardines (Santa Elena).
En el marco de estos trabajos, una de las zonas que se está analizando es la cueva-santuario de Giribaile, que estaba ligada a una población, junto a otras dos zonas que son el área productiva --la zona de la muralla donde los habitantes trabajaban-- y un almacén.
