HUELVA, 13 Dic. (EUROPA PRESS) -
Los 28 acusados de un delito de participación de riña tumultaria tras formar parte supuestamente de una pelea entre ultras del Recreativo de Huelva y del Deportivo del Alavés en abril de 2014 en los alrededores del campo de fútbol Nuevo Colombino, se han responsabilizado unos a otros de los hechos.
Durante su declaración en el Juzgado de lo Penal número 4, los 18 hinchas del Alavés han reconocido que estuvieron allí, en los alrededores del estadio, pero han negado su participación, así como el lanzamiento de objetos de ningún tipo.
Todos han coincidido en destacar que ellos no portaban cuando llegaron a Huelva, alrededor de las 13,15 horas de aquel día, ningún tipo de objetos con los que pudieran agredir, indicando además que durante los hechos lo que hicieron fue "esquivar todo lo que les lanzaban" desde la parte baja del estadio hacia arriba, que eran donde se encontraban ellos. De igual modo, han dejado claro que "no hubo ninguno que cayera de arriba a abajo".
Entre los citados objetos, han asegurado que cayeron botellas, piedras e incluso dos vallas amarillas de obra, lo que provocó que cuatro de ellos resultaran heridos.
Asimismo, han contado la secuencia de aquel día. En un primer momento decidieron ir a un bar cercano al estadio, frecuentado por el Frente Onuba, aunque han asegurado que ellos no lo sabían, y que una vez allí vieron que estaba cerrado.
En ese momento, según ha asegurado uno de ellos, les indicó la Policía que acudieran al establecimiento situado en la zona baja del campo de fútbol y fue allí cuando vieron aparecer a un grupo de unas 40 personas, que posteriormente les "lanzaron los objetos".
"Siempre pensamos que éramos las víctimas", ha precisado uno de ellos, cuando la Policía les indentificó, de "manera aleatoria", y contestaron a las preguntas que les hicieron los agentes, los cuales "en ningún momento" recargaron contra ellos.
Por su parte, los seguidores del Recreativo han remarcado que desconocían que ese día fuera a ir al campo un grupo de seguidores del Alavés. De ellos, algunos han señalado que no vieron nada y que no participaron, mientras que otros han indicado que trataron de mediar en una situación que "comenzaron otros desde arriba".
Uno de los acusados, coordinador de la grada animación del Recre, ha indicado que los insultos y lanzamiento de objetos comenzaron cuando él llegó a las inmediaciones del estadio, acompañado por su pareja, con la intención de comer en el establecimiento en el que se encontraban los seguidores del Alavés, momento en el que los hinchas vascos comenzaron a insultarle y a arrojarle vasos y botellines y seguidores del Recre, y conocidos suyos, fueron en su auxilio.
Otros han precisado que previamente a la pelea y mientras estaban en los bajos del campo, concretamente en la sede de la Asociación de Veteranos del Recre, escucharon insultos "españoles de mierda, os vamos a matar" y que, posteriormente, vieron "caer botellines y que salieron para tratar de mediar", no obstante han negado que ellos lanzaran objetos sin poder asegurar si lo hicieron otros.
Por último, han apuntado que no fueron identificados por la Policía Nacional, sino que acudieron ellos, con posterioridad, a la Comisaría para colaborar, así como que ninguno de ellos fue sometido a una rueda de reconocimiento para determinar su participación en la pelea.
