JAÉN, 27 Dic. (EUROPA PRESS) -
La asociación Jaén Acoge y la Federación Andalucía Acoge, de la que forma parte, han lamentado el incendio ocurrido en una cochera de Rus en el que han fallecido tres temporeros que trabajaban en la recogida de la aceituna y han denunciado que algunas viviendas de estos trabajadores "no reúnen condiciones dignas para vivir".
"El fallecimiento de tres temporeros al arder el garaje en el que dormían vuelve a evidenciar las condiciones precarias en las que viven estas personas y que el alojamiento que se les ofrece, en muchas ocasiones, ni siquiera dispone de cédula de habitabilidad", han afirmado este martes en una nota tras el incendio en el que perdieron la vida dos senegaleses y un maliense.
Según han incidido, desde hace más de 20 años "vienen denunciando que tienen que ser los empresarios quienes faciliten el alojamiento a sus temporeros y esta obligatoriedad debería venir contemplada en el convenio del campo, como ya ocurre en los convenios de contratación en origen".
Ambas organizaciones han añadido, además, que el alojamiento facilitado por los empresarios debería reunir condiciones dignas y necesarias para vivir durante la campaña y como mínimo que cuenten con cédula de habitabilidad.
"Los empresarios tienen que ser conscientes de que, ante todo, están contratando a personas y que, por tanto, deberían facilitarles unas condiciones dignas no solo para trabajar sino también para vivir tras su jornada laboral", han comentado.
Por otra parte, se ha hecho un llamamiento a la población jiennense para que se sensibilice con esta realidad y que aquellos propietarios o inmobiliarias que dispongan de viviendas en alquiler las pongan a disposición de los trabajadores temporeros para que puedan vivir dignamente mientras desarrollan su trabajo.
"En los pueblos hay suficientes viviendas para alquiler. Sin embargo, no se les facilita este alojamiento a los temporeros debido a la desconfianza y al final, se generan estas situaciones lamentables", han manifestado.
Junto a ello, han realizado una llamada de atención a las administraciones públicas al entender que "tienen que corresponsabilizarse de las condiciones de vida de los trabajadores y trabajadoras temporeros ya que son la principal fuerza impulsora del sector agrario, motor fundamental de la economía andaluza".
