LEÓN, 9 May. (EUROPA PRES) -
La arquitecta, urbanista y experta en accesibilidad universal y cognitiva, Berta Brusilovsky Filer será la ponente del curso 'Comprensión fácil de entornos y edificios: espacios que hablan', que se celebrará los días 14 y 15 de junio en el Palacio del Conde Luna.
Además, es fundadora y presidenta de la 'Asociación para la comprensión fácil de entornos y edificios', que se creó para difundir la accesibilidad universal, espectro cognitivo en base a los trabajos llevado a cabo desde 1996-2011 que dieron como resultado el 'Modelo para diseñar espacios accesibles, espectro cognitivo'.
El objetivo del curso es entender la accesibilidad universal como la posibilidad de acceso, de uso y de disfruta del conjunto de los entornos, bienes y servicios que ofrece nuestra sociedad en nuestro municipio, sin discriminaciones ni exclusiones por razón de discapacidad física, sensorial o cognitiva.
Un curso dirigido a arquitectos, ingenieros, diseñadores de interiores, terapeutas ocupacionales, técnicos asociaciones, etc., que se celebrará el 14 de junio en horario de mañana y tarde (de 09.30 a 14.00 horas y de 16.30 a 20.30 horas) y el 15 de junio, en horario de mañana (de 9.30 a 14.00 horas).
Un entorno urbano mejora con la simple sustitución de unos escalones por una rampa adecuada, esto favorece a todas las personas, ya sea una persona mayor, una persona con un carrito de bebé o de la compra, una persona con un problema de rodilla, y también a una persona con discapacidad física.
La colocación de un cartel informativo basado en principios de accesibilidad cognitiva facilitará que sea entendido por todas las personas, por un turista que no hable el mismo idioma, por un niño, por una persona mayor, y también por una persona con discapacidad cognitiva.
La accesibilidad cognitiva es la propiedad de entornos, edificios, procesos, bienes, productos, servicios, objetos o instrumentos, herramientas y dispositivos que resultan fáciles de entender. Junto con la accesibilidad física y la accesibilidad sensorial, forma parte indisoluble de la accesibilidad universal.
Desde el punto de vista del hábitat, para que este resulte accesible es necesario que entornos y edificios de uso público y privado sean fácilmente comprensibles para poder ser utilizados por todas las personas con independencia de sus cualidades o estado. Cualquier persona debería poder orientarse sin impedimentos ni barreras físicas o de la percepción.
Para ello se deben crear las condiciones o apoyos espaciales a través de un diseño cognitivamente accesible de entornos y edificios, utilizando un lenguaje comprensible para todos.
En el año 2013 se aprobó la legislación básica estatal que establece las obligaciones de accesibilidad y no discriminación, y posteriormente el Real Decreto Legislativo 1/2013, de 29 de noviembre, por el que se aprueba el Texto Refundado de la Ley General de Derechos de las personas con discapacidad y de su inclusión social. En la actualidad, todos los entornos y servicios deben de ser accesibles, salvo los legalmente preexistentes que no sean susceptibles de ajustes razonables.
