La Catedral de Palencia, descanso del último Santo español

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EUROPA PRESS/REMITIDO
Actualizado: domingo, 23 octubre 2016 12:40

PALENCIA, 23 Oct. (EUROPA PRESS) -

Manuel González, el que fuera Obispo de Palencia entre 1935 y 1940, y ahora declarado Santo por el Papa Francisco, pasó sus últimos cinco años de vida como prelado palentino entregado a los niños, como era su costumbre y a los sagrarios abandonados.

Fue un 12 de octubre 1935 cuando llegó a la capital palentina después de 6 días de ejercicios en la Trapa, tras pedir al Nuncio que le llevara a Palencia, acompañado de una gran procesión de coches y personas, "por lo que la acogida no pudo ser más numerosa, fervorosa y entusiasta", según refleja un escrito del administrador Diocesano de la Diócesis palentina, Antonio Gómez Cantero.

Y ya desde entonces, tal como hacía otra Santa, Santa Teresa de Jesús, Manuel González García, nacido en Sevilla y que también fue obispo de Málaga, hablaba de los palentinos como "gente de buena masa", además de que consideraba que "Castilla, es como la simiente, por fuera no aparenta nada, y sin embargo por dentro está llena de vida".