Defiende que la primera prueba sea eliminatoria por operatividad y para garantizar un mayor grado de conocimiento de los aspirantes
VALLADOLID, 21 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Consejería de Educación de Castilla y León ha abogado por una "reforma de carácter estructural" del real decreto estatal que regula las oposiciones del colectivo docente al considerar que el actual, que data de 2007, se encuentra ya "obsoleto" y es preciso incorporar nuevas competencias que actualmente no aparecen en las pruebas selectivas.
Así lo ha defendido el director general de Recursos Humanos de la Consejería de Educación, Jesús Manuel Hurtado, quien recuerda, no obstante, que modificar el actual decreto estatal requiere del consenso y de una larga tramitación, de ahí la complejidad de esta empresa.
En ese "rediseño" del marco regulatorio de las oposiciones, Hurtado se muestra partidario de mantener el carácter eliminatorio de la primera prueba sobre conocimientos, previo al de programación didáctica, en consonancia con otras ocho comunidades autónomas, y todo ello buscando una mayor operatividad a la hora de realizar el proceso y, sobre todo, buscando la mayor preparación de los aspirantes.
"Si un opositor saca un 1 en conocimiento y un 9 en programación didáctica, difícilmente podrá enseñar a sus alumnos aquello que no sabe. No puede ser que un profesor sepa lo justo que se exige en 2º de Bachillerato o 2º Ciclo de Grado Superior, hay que ir más allá. Como mínimo, siempre se dice que el profesor tiene que saber, con mínimo, más que su alumno más brillante", justifica Hurtado.
Pero además, el responsable de Recursos Humanos, en declaraciones recogidas por Europa Press, advierte de que no establecer pruebas eliminatorias dificultaría aún más el proceso selectivo, ya de por sí complejo por desarrollarse en tan solo cinco meses. "Si tuviéramos que examinar a 13.000 opositores, necesitaríamos todo un año, algo que se hizo en 2010 y planteó graves problemas", advierte.
Otra cosa muy diferente, apostilla, es que ese real decreto que regula las oposiciones, anterior a Bolonia, precise de una "modificación estructural", incorporando competencias en bilingüismo o nuevas tecnologías, entre otras, y modificando temarios.
"Los profesores que se están presentando en Geografía e Historia, por poner un ejemplo, no sabemos qué competencia tienen en bilingüismo", advierte Hurtado, partidario, insiste, de una "reforma estructural del actual modelo, en lugar de aplicarle un simple barniz".
