Dos grupos de internos de Topas (Salamanca) se enfrentan en una multitudinaria pelea en la que hubo dos heridos

Actualizado: lunes, 13 octubre 2008 17:13


SALAMANCA, 13 Oct. (EUROPA PRESS) -

Al menos dos internos del Centro Penitenciario de Topas (Salamanca) resultaron heridos con contusiones tras una multitudinaria pelea que se produjo en la prisión entre un grupo de internos de nacionalidad rumana y otro de origen musulmán.

Los hechos se produjeron a media tarde de ayer, cuando ambos grupos se enzarzaron en el módulo doce en una "numerosa pelea" en la que varios participantes emplearon elementos contundentes para golpear al contrario, según la información publicada hoy por la Tribuna de Salamanca recogida por Europa Press.

Los funcionarios del centro penitenciario salmantino tuvieron que "mediar" para evitar que la reyerta prosiguiera y causara daños de importancia a los reclusos.

Sin embargo, al menos dos internos necesitaron ser atendidos por contusiones. La pelea se desarrolló en un módulo considerado como "poco conflictivo", pero discurrió con gran violencia, según el diario, que indicó que se intervinieron hasta cuatro 'pinchos' que los internos pretendían utilizar para agredir al otro grupo. Además, se recuperaron barrotes de hierro que se emplearon en la pelea.

El origen de los hechos es confuso, aunque la hipótesis más probable apunta hacia una agresión a un preso rumano por parte de otro de origen musulmán, un enfrentamiento que se trasladó a nivel colectivo y que supone la segunda pelea importante en el centro penitenciario salmantino durante las dos últimas semanas.

Ya el pasado 30 de septiembre, otro numeroso grupo de reclusos la emprendió a puñetazos durante un reparto de cajetillas de tabaco que habían sido previamente robadas en el economato de la prisión.

Trabajadores de Topas insisten en que la tensión en el centro está creciendo en los últimos meses a la misma velocidad que la llegada de más presos. La sobreocupación ha terminado por explotar en las celdas, que cobijan a casi 2.000 personas, una cifra que a lo largo de todo este año los sindicatos de prisiones han calificado repetidamente como desproporcionada para garantizar la seguridad del recinto, de los trabajadores y de los propios reclusos.