UPA y COAG alerta de la proliferación de ataques de lobos, el último registrado en Palacios de la Sierra (Burgos)

Cuerpo De Una Oveja Atacada Por Un Lobo En Burgos
UPA-COAG
Actualizado: lunes, 18 abril 2011 13:03

Exigen indemnizaciones directas por daños y recuerdan que la ganadería extensiva no es compatible con los lobos

BURGOS, 18 Abr. (EUROPA PRESS) -

Alianza por la Unidad del Campo, que integran UPA y COAG, denunció un nuevo ataque de lobos registrado en las últimas horas en la localidad de Palacios de la Sierra (Burgos) y que se suma a los sufridos en las últimas semanas, lo que, a su juicio, evidencia la grave situación que el sector ganadero padece en el norte del Duero.

Para ambas OPA, tal y como advierten a través de un comunicado recogido por Europa Press, se trata de una "situación extrema", teniendo en cuenta que el mismo ganadero lleva perdidas más de 80 ovejas, de una calidad genética altísima, debido a continuos ataques casi todas las semanas.

Se da la circunstancia de que las 'lobadas' se están produciendo cada vez con más frecuencia en esta zona de pinares de la Sierra de la Demanda, y cada vez a más ganaderos y con más virulencia.

El último ataque tuvo lugar este fin de semana, y las pruebas que ha dejado la manada de lobos son evidentes, ya que a algunos animales les faltan los cuartos traseros, y todos los cadáveres tienen huellas del destrozo en el pescuezo.

Por ello, UPA y COAG de Burgos denuncian la situación límite de los ganaderos de la zona y consideran absolutamente inútil para los intereses de los afectados la aprobación días atrás en las Cortes de la proposición no de Ley para que haya un cambio jurídico en torno a la figura del lobo.

DAÑOS POR VALOR DE 100.000 EUROS

Y es que, según sostienen, la infinidad de ataques de lobos a las explotaciones extensivas ganaderas de la región, también en la provincia de Burgos, que se han intensificado en algunas provincias en las últimas semanas, con pérdidas que superan en lo que va de año los 100.000 euros, o los más de 500.000 euros en 2010 "exigen actuaciones firmes, contundentes y no cantos al sol ni campañas de imagen", como definen ambas OPA la propuesta defendida días atrás por el Grupo Popular en las Cortes y también en el Senado.

Consideran además que pretender equiparar jurídicamente al lobo al sur del Duero (Segovia, Salamanca y Ávila) como lo está en el norte del Duero (Burgos) es "exclusivamente electoralista" y supone "más ineficacia" si lo que se quiere es buscar soluciones a los estragos que están ocasionando estos animales salvajes a los ganaderos de esta región. Tal es así que en muchas zonas como en la Sierra de la Demanda--advierten--se está demostrando que es incompatible la presencia del lobo con la ganadería extensiva.

Ante ello, manifiestan que la solución a los problemas de los cánidos no pasa por autorizar la caza al sur del Duero, porque los hechos están demostrando que existen los mismos problemas en el norte, como es el caso de Zamora o Burgos especialmente, donde el lobo ya es una especie cinegética y sin embargo los ataques y daños económicos que provocan también son elevadísimos.

Alianza por la Unidad del Campo se pregunta igualmente qué interés real existe en la Junta de Castilla y León por solucionar un problema cuando el Plan de Gestión del Lobo, del que la consejera de Medio Ambiente es máxima responsable, refuerza y prima la existencia de alrededor de 200 manadas de lobos en la región (varias asentadas en la provincia de Burgos), ahora de difícil control, a la necesaria actividad ganadera en extensivo, que aún se realiza en muchas zonas de Castilla y León.

UPA y COAG recuerdan al Gobierno regional que los ganaderos no viven de mantener los lobos para disfrute del resto de ciudadanos, sino que viven de su trabajo en la explotación y no aceptan bajo ningún concepto los riesgos y las pérdidas que la fauna salvaje les ocasiona a nivel patrimonial.

Por eso, defienden que la solución pasa por el control de la especie y la puesta en marcha de indemnizaciones directas por daños, ya que el Gobierno regional es el responsable de la existencia del lobo y de su expansión, tal y como recoge su Plan de Gestión del Lobo.