Acepta cuatro años de cárcel por agredir a martillazos a tres agentes y a un perro policía

La perra policía 'Kenya' de la Policía Local de Sant Andreu de la Barca
FOTO CEDIDA
Actualizado: viernes, 29 julio 2016 17:52

   BARCELONA, 29 Jul. (EUROPA PRESS) -

   Un hombre ha aceptado cuatro años de cárcel por haber agredido a martillazos a dos policías locales, a un agente de los Mossos d'Esquadra y a un perro policía la noche del 21 de noviembre de 2014 en Sant Andreu de la Barca (Barcelona).

   En una sentencia a la que ha tenido acceso Europa Press, que llega tras un acuerdo entre las partes, el Juzgado de lo Penal 22 de Barcelona ha impuesto a M.P.H. tres años y medio de cárcel por atentado con instrumento peligroso, seis meses más por lesiones y 320 euros de multa por dos faltas de lesiones y una de daños.

   Sucedió esa noche cuando los agentes acudieron a un edificio de la calle del Sol de la localidad, alertados de que un hombre estaba golpeando con un martillo la puerta del piso de un vecino, gritándole cosas como 'maricón, te voy a matar, hijo de puta' con intención de atemorizarle.

   Al pedirle que se tranquilizara, M.P.H. la emprendió a martillazos con los agentes, dándole en la cabeza a uno de los policías locales y en la mano al otro policía de Sant Andreu y al mosso, además de golpear también con el martillo a la perra policía --de nombre, 'Kenya'--, rompiéndole el bozal; finalmente pudieron reducirlo y detenerlo.

   Uno de los policías locales sufrió una contusión en el cráneo, el otro agente local una contusión en un dedo y el mosso también una fractura en un dedo; el acusado deberá indemnizarles con 1.312, 392 y 7.359 euros respectivamente a los tres agentes, los tres representados en la causa por el abogado Albert Requena.

COCAÍNA Y ALCOHOL

   M.P.H., que había sido condenado con anterioridad a seis meses de cárcel por amenazas en el ámbito familiar, había ingerido en el momento de los hechos cocaína y alcohol, por lo que presentaba "una levísima alteración de sus capacidades cognitivas y volitivas", según la sentencia.

   La condena también comporta la prohibición de acercarse durante año y medio a menos de 1.000 metros del vecino al que atemorizó; según fuentes cercanas, eran habituales sus amenazas, agresiones e insultos en el vecindario.

   M.P.H. lleva en prisión provisional por esta causa desde su detención el día de los hechos, con lo que le faltarán dos años y medio de cárcel por cumplir tras esta pena que ha aceptado; antes del acuerdo entre las partes, la Fiscalía pedía para él cinco años y dos años de cárcel.