"Quería internacionalizar a Zuviría, ¿qué mejor que enviarlo a América?", dice
BARCELONA, 18 Nov. (EUROPA PRESS) -
El escritor Albert Sánchez Piñol viaja a la Barcelona del 12 de septiembre de 1714, una jornada después de la caída de Barcelona, para retratar la represión vivida aquellos días en la historia de ficción 'Vae Victus' de la mano de su protagonista Martí Zuviría, que se internacionalizará visitando otros países.
En una entrevista de Europa Press, Sánchez Piñol ha defendido que se ha escrito mucha literatura sobre el 11 de septiembre, pero muy poca sobre qué sucede al día siguiente: "Es apasionante cómo se ejerce la represión sobre Barcelona".
Para él, en los años posteriores al 1714 hay un filón narrativo con acontecimientos como la guerra totalmente ignorada entre Francia y España en 1719, en la que participaron los 'miquelets' con héroes olvidados como Pere Joan Barceló 'Carrasclet'.
Precisamente, introduce a este personaje, cuya existencia está documentada y también su comando de más de 5.000 soldados: "La gente no lo conoce y es extraordinario. El asaltante Jesse James quizás tenía una banda, pero el tuvo a más de 5.000 hombres".
Otro rostro emblemático que desfila en sus páginas es el explorador inglés James Cook, atípico en su especie porque era capaz de establecer en cualquier parte del mundo "relaciones democráticas igualitarias".
DIVIDIDA EN CUATRO RELATOS
Dividida en cuatro relatos, la novela persigue una vocación de internacionalizar al personaje, ya que éste viaja a Norteamérica, Londres, Alemania y Nueva Zelanda, además de regresar a Catalunya: "Quería internacionalizar a Zuviría, ¿qué mejor que enviarlo a América?".
"Me planteé explicar todo el siglo XVIII y, si interesara y pudiera, haría hasta diez novelas porque ¡hay hechos históricos tan interesantes!", ha dicho Sánchez Piñol, que ha apuntado que todo lo que se puede explicar sobre Catalunya en este siglo no se agota.
"Desde el punto de vista catalán es un siglo muy trágico, pero si me interesa es porque es un siglo muy esperanzante porque la Humanidad cree que las cosas irán bien", ha dicho poniendo como ejemplo que el enciclopedismo ayuda a entender el mundo y pensar que en él se puede vivir bien.
Sin embargo, Sánchez Piñol ha avisado: "Odio el siglo XIX por dos cosas abominables", una de ellas la industrialización, que fue una forma de esclavitud, y otra el colonialismo, otra forma de esclavismo.
"En el siglo XVIII la gente todavía se trata de igual a igual", ha considerado el escritor, que ha escrito una novela un poco trágica tratando de desacralizar los hechos históricos con el tono tabernario de su protagonista, ha dicho.
EXPLICAR LA HISTORIA "DESDE DEBAJO"
Sánchez Piñol aboga por romper con la pompa histórica de la historia escrita por vencedores, en una reivindicación de la historia "desde debajo y de los de debajo", sobreponiéndose a las versiones oficiales de los cronistas de la época.
"No es la novela de 1714 explicada desde el punto de vista de un 'botifler', sino que toma parte de las instituciones catalanas porque en aquella época tenían una fuerte carga popular", ha asegurado.
Zuviría lucha del lado de los oprimidos y su carácter tiene cierto tono humorístico dentro de su mal humor: "Las tragedias tienen que escribirse en clave cómica y las comedias en clave trágica".
Escrita con la ayuda de documentalistas en la selección bibliográfica, la novela está totalmente basada en hechos reales pero con licencias para la ficción: "No hago historia. Hago novela".
Preguntado por la situación política catalana y la vigencia de su novela en este sentido, Sánchez Piñol ha afirmado: "A principios del siglo XVIII se produjo un hecho fundacional y esta historia que comienza allí todavía no ha terminado. En estas estamos".
